Barack Obama, el golpe de efecto de Chicago
- Todo sobre la elección de la sede, en el especial Madrid 2016
Es el golpe de efecto de Chicago 2016. La presencia de Barack Obama en Copenhague supone un espaldarazo a la ciudad estadounidense. Se trata, además, de algo inédito: es la primera vez que un presidente de Estados Unidos acude en persona a defender una candidatura olímpica.
Aunque en un principio aseguró que no podría acudir por estar inmerso en el proceso de reforma sanitaria, finalmente no ha querido perderse la cita de Copenhague, en una muestra de apoyo y compromiso con Chicago 2016. Será una visita relámpago, pero puede que decisiva, ya que cuenta con unas indudables dotes diplomáticas y gran carisma, aunque desde el resto de ciudades aspirantes se ha querido restar importancia a su presencia.
Aunque nació el 4 de agosto de 1961 en la ciudad de Honolulu, Hawái, Obama siempre ha estado muy vinculado a chicago, su ciudad adoptiva; allí desarrolló buena parte de su carrera política.
Gran aficionado al deporte y amante del baloncesto, Obama es la principal arma con la que cuenta la que cuenta la candidatura americana. El carisma, liderazgo e influencia del presidente de Estados Unidos, el hombre más poderoso del mundo, puede ser clave a la hora de conseguir los votos de los miembros del COI.
"No puedo imaginarme nada más grande que proclamar al mundo, en el verano de 2016, al final de mi segundo mandato como presidente de los EE.UU., que comiencen los Juegos". Estas son las palabras que pronunció cuando Chicago fue elegida ciudad candidata, junto a Tokio, Madrid y Río de Janeiro. Desde entonces ha mostrado su apoyo incondicional a la candidatura.