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Champions League: Jornada 2

Cristiano despierta al Madrid de su letargo

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Ronaldo sentencia al Marsella (3-0)

El Real Madrid continúa con paso firme su andadura por la Champions League 2009-2010 gracias a Cristiano Ronaldo. El portugués fue una vez más talismán en la victoria de su equipo ante el Olympique de Marsella (3-0). El conjunto blanco, que sigue sin convencer con su juego pero que vuelve a hacer gala de su pegada, se coloca líder de su grupo con dos victorias en dos partidos.

En apenas cinco minutos marcó el primer gol y provocó el penalti que supuso el segundo, marcado por Kakà. Para eso hizo falta esperar casi una hora de bostezos. El luso, que sigue empeñado en demostrar por qué es el jugador más caro del mundo, se pone ya con cuatro goles en dos partidos de Champions.

Las rotaciones de Manuel Pellegrini dejaron esta vez a Raúl en el banquillo. El chileno apostó por Cristiano Ronaldo, Kaká y Benzema como tridente ofensivo.

El Madrid salió dormido en los primeros minutos y fue el Olympique de Marsella el primero en dar el susto. A los 7 minutos, el equipo francés tuvo el honor de realizar el primer disparo a puerta, obra de Cheyrou, que se marchó alto, ante los murmullos de la afición.

El público del Bernabéu volvió a castigar a su equipo con pitos en algunas fases del partido, viendo la incapacidad de los suyos por llevar peligro a la meta de Mandanda.

La primera ocasión de peligro fue de Niang, que aprovechó una subida por la derecha de Sergio Ramos para quebrar a Pepe y forzar el mano a mano con Casillas, que volvió a ser 'San Iker'. En el fondo norte, rugía la ruidosa afición del Olympique, viendo cómo su equipo plantaba cara al Real Madrid.

Un viejo conocido del Madrid, Gabi Heinze estuvo a punto de jugarle una mala pasada a su ex equipo. El argentino la tuvo tras una falta sacada por Lucho, pero el balón se paseó por delante de la portería de Casillas.

Media hora fue suficiente espera para Cristiano. En vista de que el toque no funcionaba, empezó a afinar la puntería desde fuera del área con ese efecto que tanto 'gusta' a los porteros rivales.

El portugués despertó al Madrid y los de Pellegrini se fueron algo más arriba. La presión dio sus frutos y el peligro de los marselleses se diluyó en parte. Sólo en parte, porque un par de ocasiones a balón parado sonrojaron de nuevo a la zaga madridista.

Los disparos desde fuera del área de Cristiano Ronaldo, y algunas intentonas de Kaká y Benzema fue lo unico que consiguió depertar los aplausos del coliseo blanco.

Precisamente, la mejor ocasión de la primera parte fue de Benzema, que no acertó en la chilena ante su amigo Mandanda, después de un gran pase de Guti desde la derecha.

El festival de Cristiano

El respetable se iba enfadado con los suyos al descanso, ajenos a lo que preparaba Cristiano en la reanudación, aunque se hizo esperar. Parecía que el partido iba a ser un calco de la primera parte, cuando un balón largo de Pepe pillaba desprevenida a la defensa del Olympique y el extremo portugués se plantaba solo en el mano a mano, otro más, con Mandanda. Pero esta vez no perdonó como Benzema y acertó a poner el balón en la red.

Minuto 57' y empezaba el festival. Dos después, una internada de 'CR9' por la izquierda terminaba con una dura entrada de Diawara en el área que casi le cuesta el tobillo a Ronaldo. Penalti y segunda amarilla para el senegalés. El penalti lo transformó Kakà y la suerte sonreía a los de Pellegrini.

"Así gana el Madrid coreaba la grada del Bernabéu", cuando una triangulación entre Kakà, Benzema y Cristiano terminaba con el tercero cuatro minutos después. La mala noticia es que el goleador del día se iba al banquillo, dolido aún de la entrada de Diawara.

Según el parte médico ofrecido por el club, el portugués sufre una "fuerte contusión" con esguince en su tobillo derecho y estará "pendiente de evolución" durante las próximas 48 horas, en las que se decidirá si puede estar en el proximo compromiso ante el Sevilla.

Con el 3-0 en el marcador, el Madrid pudo 'hincharse' a marcar goles. Higuaín -que entró sustituyendo a Cristiano- tuvo su oportunidad tras un gran pase de Guti, y Benzema, con muchas ganas ante sus compatriotas, también pudo firmar el cuarto a diez minutos del final.

El Bernabéu, que se convirtió en una auténtica fiesta, tuvo tiempo de celebrar los goles del Oporto a su vecino, el Atlético de Madrid, y también de rendir homenaje a Fernando Morientes. El delantero fue despedido por un Bernabéu en pie que no olvida su pasado madidista.

Con el partido sentenciado, Pellegrini aprovechó para dar descanso a Sergio Ramos y a Kaká, pensando quizá en el choque liguero que le espera el próximo domingo ante el Sevilla.

No obstante, el partido, como los anteriores del Madrid en el Bernabéu, dejó la sensación de ser demasiado largo para lo que se vio del Madrid en lo futbolístico. Queda aún mucho por mejorar en el planteamiento táctico de Pellegrini, aunque en cuestión de efectividad el equipo cumple con nota.