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En Copenhague se habla español pero se vota Obama

  • Los daneses viven con indiferencia la elección, pero creen que ganará Chicago
  • Todo aquel que pasa por la puerta del hotel de los españoles se fotografía con la vaca 2016
  • Al grito de 'Yo soy español, español' son recibidos los Reyes por quienes hacen guardia

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Copenhague respira olimpismo

"Ya está dado, se lo va a llevar el que más dinero tiene". Ése es el ánimo que se respira entre los habitantes de Copenhague, que han visto cómo su ciudad se ha visto invadida por los españoles, además de los 'alegres' cariocas, los uniformados miembros de la candidatura de Chicago y los siempre educados japoneses.

Esta ciudad, en la que viven cerca de 900.000 personas, está viviendo intensamente la elección de los organizadores para los Juegos de 2016. La Plaza del Ayuntamiento, donde está ubicado el kilómetro cero danés -un monolito cuadrado, que para muchos pasa desapercibido por su sencillez-, es el epicentro de la 'movida olímpica': actividades deportivas, enormes.

"¿Tú ves normal que la televisión danesa dedique 20 minutos en 'prime time' para hablar de que Oprah Winfrey está en la ciudad?", dice indignado un taxista, que reconoce no estar muy al tanto de cómo van las encuestas.

Son los medios, y sólo los medios, quienes están viviendo la emoción de esta carrera olímpica, ya que la gente está más preocupada por el próximo acontecimiento que vivirá la ciudad, la cumbre del clima de diciembre,  que casualmente tendrá lugar en el mismo complejo que este viernes acogerá la gran votación.

¿Dónde está Obama?

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, sí consigue despertar interés entre el ciudadano de a pie, aunque abunda la desinformación. "Ah, ¿que todavía no ha llegado?", pregunta más de uno, creyendo que llegó a la ciudad a la vez que su esposa.

En el puerto de Copenhague, cita obligada para todo turista, hay un aluvión de españoles, aunque alguno está indignado por la escasa equipación de la delegación de Madrid 2016. "Los de Chicago parece que son más en las calles porque van todos vestidos igual, pero nosotros somos muchos, ¿eh?", dicen tres catalanas, que han venido a visitar a unos amigos y que se une a la causa de Madrid.

Frente al hotel de la delegación, el D'Anglaterre, han instalado la vaca de 2016 que el 'cow parade' regaló hace unos meses a la ciudad. Es su propio Oso y madroño en Copenhague y no hay instante en el que alguien no haga cola para hacerse una foto junto a ella.

Camareras del restaurante madrileño Txistu salen a ofrecer bombones en bandejas de plata a los pacientes transeúentes que aguantan el chimiri estoicamente para ver de cerca a los Reyes de España. Entre ellos, un grupo de jóvenes Erasmus en un remoto lugar de Dinamarca que han venido a la ciudad a "codearse con los figurones".

Al grito de "Yo soy español, español, español" han abordado a los Reyes cuando éstos partían camino de la Ópera Nueva, donde esta noche se abre la 121ª sesión del COI. "¡He tocado la mano del Rey, he tocado la mano del Rey1", grita una chiquilla.

"Vuestro Rey es un tardón", dice indignada en inglés una danesa, tras ver cómo el tráfico ha estado parado más de 20 minutos hasta que Sus Majestades han bajado hasta el coche que les estaba esperando.