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Obama: "Queremos dar la bienvenida al mundo"

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Obama invita al mundo a Chicago

Barack Obama ya ejerce como anfitrión de los Juegos de 2016 y quiere "dar la bienvenida al mundo a Chicago". Para el presidente de los Estados Unidos la posibilidad de albergar los Juegos Olímpicos de 2016 es un sueño, pero "no se trata del sueño americano, se trata del espíritu olímpico".

La de Obama era la intervención más esperada y no defraudó. En su estilo habitual, buscando grandes titulares, el inquilino de la Casa Blanca contribuyó con su intervención a levantar la expectación de una presentación sin sorpresas, sin apuestas arriesgadas, sobria y sin complicaciones.

Chicago se presentó a ritmo de blues y de U2, en sendos vídeos donde se vieron muchos deportistas aficionados, con bastante presencia del remo y del boxeo sobre otros deportes. No faltaron tampoco los profesionales, pero se encargaron de subir al estrado. Fueron el decatleta Bob Clay, la paralímpica Linda Mastandrea -directora de deporte paralímpico de Chicago 2016- y el ex jugador de voleibol Robert Ctvrtlik.

En una de las películas aparecía un niño frente a la tumba de Jesse Owens. El alcalde de la ciudad, Richard Dayley, apeló en su intervención al espíritu del atleta negro que se atrevió a desafiar al régimen nazi en los Juegos de Berlín de 1936.

La candidatura quiso mostrar una ciudad abierta a gente de todas las razas, nacionalidades y creencias. Como se encargó de recordar el propio Obama, "hay más de 130 nacionalidades conviviendo en Chicago". "Somos una gran metropolí con la calidez de un pueblo pequeño. Celebramos lo que nos hace diferentes y lo que nos une", aseguró el mandatario norteamericano.

No podía fallar metáfora del sueño americano, que estuvo presente en el recuerdo de Obama a su padre, de origen nigeriano, "que buscaba algo mejor, algo más grande. Se trata de una elección difícil, pero les pido que elijan a Chicago por la misma razón que la elegí yo: nunca me sentí de ninguna cultura y entonces llegué a Chicago".

También se acordó de su padre su esposa Michelle Obama; historia de superación personal y, de paso, momento para la nostalgia: "Le diagnosticaron esclerosis múltiple a los 30 años, pero tenía la determinación de que el deporte fuera una línea vital para mí y para mi hermano". La primera dama recordó los valores aprendidos de su progenitor: "Honor, dignidad y juego limpio".

La primera dama norteamericana renunció por un momento a su título y se presentó, "no como primera dama, sino como hija de Chicago", y expresó su deseo de que la llama olímpica iluminara las calles de su barrio.

Unos Juegos para cambiar el mundo

El presidente de los Estados Unidos quiso dejar claro el reto que suponen unos Juegos Olímpicos no sólo para el país organizador, sino para todo el mundo: "En un mundo donde vemos los aspectos más oscuros, la competición pacífica entre países representa lo mejor de la humanidad".

"Estamos en un momento de la historia en el que el destino de cada país está relacionado con el de todos", quiso dejar claro Obama para subrayar la idea de cooperación, unos Juegos para todos.

No fue el único que hizo referencia a las alianzas. El ex jugador de voley Bob Ctvrtlik alabó los esfuerzos de la candidatura por establecer alianzas y acuerdos de cooperación entre las instituciones y las empresas. En ese momento introdujo una grabación del consejero delegado de Google, Eric Schmidt, que habló de unos Juegos para "conectar a millones de jóvenes de todo el mundo".

Un aspecto, el de la cooperación, que se ejemplifica en los acuerdos con las instituciones docentes para introducir los valores olímpicos en las escuelas, como recordó el alcalde de Chicago, Richard Dayley. La candidatura norteamericana ofrece un legado no sólo de instalaciones, sino de valores y educación, con acuerdos entre las autoridades.

No obstante, a los miembros del COI no les quedó claro tras la presentación en qué consistía ese legado, como les inquirió Alberto de Mónaco, y tuvo que detallar Ctvrtlik algo más algunos aspectos del aprovechamiento de las instalaciones: "Cumplirán las necesidades de los ciudadanos y atletas de todo el mundo".

Duda sobre inmigración

No se cansaron de abrir Chicago al mundo los representantes de la candidatura, así como el matrimonio Obama, pero a los miembros del COI les preocupan las restrictivas normas en materia de inmigración de Estados Unidos. Ahí tuvo que salir a la palestra el primer espada, Barack Obama, para defender que su gobierno está trabajando "para asegurarnos de que no sólo sean unos Juegos con éxito, sino que los visitantes de todo el mundo se sientan bienvenidos".

El presidente norteamericano aprovechó para culpar indirectamente a su antecesor George Bush de las sospechas del resto del mundo hacia Estados Unidos en materia de inmigración, al asegurar que el sentido de la diversidad "se había perdido y uno de los legados de estos Juegos tiene que ser recuperarlo".

Fue sin duda la pregunta más comprometida, resuelta con algo de retórica, aunque también las hubo más técnicas.

El ex pertiguista Sergei Bubka interrogó a Chicago sobre el acondicionamiento de la villa de ciclistas -proyectada fuera de la Villa Olímpica- y sobre las instalaciones del campo de tiro, más en concreto sobre si éste tendría espacios para el entrenamiento y la concentración de los tiradores.

Alberto de Mónaco se preocupó por la finalización de las instalaciones y su adecuación al proyecto presentado, mientras que el sueco Arne Ljunqvist se interesó acerca de la legislación contra el dopaje.

En total, casi una hora de presentación que tuvo el único punto tenso en la pregunta sobre inmigración, el único detalle comprometido de una exposición seria, sin riesgos, y que dejó a los asistentes con ganas de más.