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El planteamiento de Pellegrini empieza a hacer aguas

  • La derrota ante el Sevilla puso en evidencia las carencias que sufre el Real Madrid
  • Las rotaciones y la falta de extremos, lo más criticado en el planteamiento del chileno
  • El problema de juego se ha visto acentuado por la ausencia de Cristiano Ronaldo

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El primer partido de verdad supuso un golpe para el Real Madrid, que estrenó en Sevilla su casillero de derrotas esta temporada, poniendo al descubierto las debilidades del equipo en defensa, centro del campo y ataque, a las que tendrá que poner remedio el entrenador, Manuel Pellegrini.

El Madrid había logrado hasta ahora, a la espera de un rival de entidad, ocultar sus puntos más flacos.

El estilo que Pellegrini busca supone tener la iniciativa en los partidos y jugar a dos toques, pero las características de su jugadores, invitan a un fútbol más rápido y directo. Esta división hace que el Real Madrid aún no haya encontrado su estilo.

Un planteamiento en el que se juega sin extremos, dejando las bandas libres para las subidas de los laterales. Se echa de menos la aportación ofensiva de los defensas, incapaces de sorprender subiendo por los laterales y sacar un centro con peligro. Una solución que descongestionaría el embotellamiento del ataque por el centro.

Pellegrini ha probado con desigual suerte a Xabi Alonso, Guti, Gago, Granero, Lassana y Diarra, repitiendo sólo una vez la pareja que lleve el control del fútbol.

Además está el tema de las rotaciones. Para el chileno, los cambios son importantes para mantener fresca a la plantilla, y que todos los jugadores se sientan importantes. Sin embargo, parece que sería mejor buscar un bloque definido, un once titular reconocible.

El problema de juego del Real Madrid se ha visto acentuado además por la falta de su goleador en Sevilla. El esguince de Cristiano Ronaldo, baja tras anotar nueve goles en siete partidos, resultó decisiva ante el equipo hispalense.

El técnico, al menos, pudo sacar una conclusión de la derrota: la garantía que ofrece Casillas en la portería. El madrileño sólo ha concedido seis goles en ocho partidos, cuatro de cabeza, uno de penalti y otro con el pie. Sin embargo, los balones aéreos (el Sevilla anotó su dos goles de cabeza), sobre todo en las acciones a balón parado, preocupan a Pellegrini, que no ve resultados pese al continuo trabajo en los entrenamientos.