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España, al pie del monte de Noé

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La 'Roja' ya está en Armenia

La selección española llegó a Ereván, tras un día sin entrenamientos dedicado a un largo viaje, para quedar concentrada junto al mítico monte Ararat, que domina una ciudad en la que con la clasificación al Mundial 2010 lograda, ningún 'tocado' quiere perderse la cita.

Dice la historia que el monte Ararat es la montaña bíblica sobre la que se posó el Arca de Noé después del diluvio universal. Preside el horizonte de Ereván, donde un centenar de jóvenes aficionados enloquecieron con los internacionales españoles.

Cada viaje de España a un rincón lejano del mundo se repite una imagen que premia el fútbol de calidad. Los jugadores del Barcelona son los más asediados por los amantes del fútbol. Seguidores que pasan horas esperando en un aeropuerto para pelear por un segundo inolvidable en sus vidas, en el que se fotografían con sus ídolos y rescatan como pueden un autógrafo.

Solo Iker Casillas, el capitán de la 'Roja', quita algo de protagonismo a los barcelonistas. También Cesc Fábregas y Fernando Torres, dos iconos de la 'Premier' inglesa. Líderes de Arsenal y Liverpool. Partes importantes de la Liga con más difusión en el mundo.

Dani Guiza aclaraba a Efe que está en plenas condiciones para jugar y aprovechar la ausencia de David Villa. "Estoy recuperado. Arrastraba unos dolores en la rodilla, pero si el míster quiere ahí estaré para dar todo".

"Aún no se si jugaré de titular. No está Villa y puede ser, pero lo que tengo claro es que aprovecharé cada minuto para intentar marcar. Llevo unos partidos sin hacerlo y que mejor que volver a conseguirlo con mi selección", añade.

El paso del tiempo reduce su morbo, pero el dorsal 7 está libre. El que David Villa heredó de Raúl González, no tiene dueño para los partidos en Estonia y Bosnia. Guiza lo portó una noche en Turquía, pero dice que no dejará su 17. Juan Mata o el debutante Álvaro Negredo pueden recogerlo.

En la primera nación en adoptar el cristianismo como religión oficial en los primeros años del Siglo IV (año 301), Vicente Del Bosque piensa en repartir esfuerzos. Anda pendiente del estado de los 'tocados' (Xavi Hernández, Fernando Torres y Guiza). Todos quieren jugar. Disfrutar de un partido que suele acabar en goleada con el monte Ararat, de 5.156 metros, aportando mística a un encuentro de transición.