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Palermo salva a Argentina y a Maradona

  • Los de Maradona han ganado por 2-1 ante Perú con goles de Higuaín y Palermo
  • Este resultado deja al equipo en carrera para la obtención de una plaza en el Mundial
  • Ahora tendrá que disputar con Uruguay, en Montevideo, una plaza para Sudáfrica
  • Uruguay ha dado un gran paso para clasificarse al vencer 1-2 "in extremis" a Ecuador

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El milagro de 'San Palermo' salvó a Argentina

El veterano Martín Palermo, con un tanto marcado en el tercer minuto de prórroga, salvó a Argentina del incendio y le dio la victoria por 2-1 ante Perú, resultado que deja al equipo de Diego Maradona en carrera para la obtención de una plaza en el Mundial 2010.

El goleador del Boca Juniors aprovechó un rebote frente a la portería peruana tras un centro de Federico Insúa y anotó con un toque corto de zurda en el momento en que su equipo y 42.000 aficionados en los graderíos estaban al borde de un ataque de nervios.

La selección peruana, que casi no salió de su campo en la primera parte, superó a los de Maradona en todo momento en la segunda e igualó con un cabezazo de Hernán Rengifo a los 89 tras la apertura del marcador por parte de Gonzalo Higuaín a los 47.

Disputará con Uruguay una plaza para el Mundial 

Los peruanos desnudaron con su juego dinámico y ofensivo de los segundos 45 minutos todos los problemas tácticos y anímicos de Argentina, que tendrá ahora que disputar con Uruguay, en Montevideo, una plaza para Sudáfrica.

Palermo, el máximo goleador en activo del fútbol argentino, en el dique seco de la selección durante una década tras malograr tres penaltis en la Copa América de Paraguay'99, corroboró su vigencia y justificó su convocatoria cuando está a punto de cumplir 36 años.

El dominio territorial y del balón por parte de Argentina fue absoluto en la primera media hora, con permanentes combinaciones entre Aimar y Messi, con el juego abierto por la banda izquierda a través de Di María y con Higuaín mostrándose cerca del área peruana.

Pero al equipo de Maradona, que tuvo dos posibilidades de anotar en los pies de Higuaín a los 19 y 20 minutos y otra a los 30 en los de Aimar, quien falló un taconazo de espaldas al meta Butrón, le faltaron profundidad y recursos.

Perú pasó muy pocas veces la mitad del campo, perdió casi siempre la pelota en el círculo central por imprecisiones y porque prefirió jugar retrasado, con sus medios más cerca de su área que en posiciones para un eventual contraataque.

En la medida en que al equipo local comenzó a costarle generar situaciones de peligro cerca de la portería peruana, sus jugadores mejor dotados comenzaron a fallar en los pases y no acertaban cuanto intentaron rematar de media y larga distancia.

Los marcajes neutralizaron a Messi y a Higuaín; a Di María le cerraron el carril izquierdo; Aimar se diluyó, Enzo Pérez casi no entró en juego y el equipo de "Chemo" Del Solar se defendía con más de medio equipo.

Higuaín abrió el marcador

Entonces Maradona decidió en el descanso que saliera al campo Palermo por Pérez para reforzar la presencia del equipo en los dominios de Butrón, pero de entrada el peruano Vargas puso el corazón en la boca de los albicelestes con un remate que desvió el meta Romero y dio en el larguero.

Y antes de que los nervios comenzaran a hacer estragos en Argentina, el debutante Higuaín recibió una asistencia de Aimar que dejó clavada en el piso a la defensa de Perú y abrió el marcador con un fuerte derechazo a los 47 minutos.

Perú se abrió, abandonó su actitud conservadora y crecieron Torres, Ramírez y Vargas. El partido cambió y a los 56 minutos Romero tapó un remate de Fano, y de inmediato el argentino Insúa rechazó el balón con un codo en su área, falta que el árbitro Ortubé pasó por alto.

Los peruanos, lanzados al ataque con la aportación de Palacios, que sustituyó a Solano, provocaron numerosos fallos en la defensa albiceleste y Maradona prefirió reforzar esa línea con el central Demichelis por el punta Higuaín, que se fue el campo ovacionado y posteriormente recibió un abrazo del seleccionador.

La selección argentina, sostenida sólo por Mascherano y con Messi siempre alejado del juego, perdió el balón y Perú, bajo una lluvia torrencial, lo tuvo a su merced casi todo el segundo tiempo. El público, irritado, comenzó a reclamar más actitud a los jugadores locales.

Los fantasmas de otras eliminatorias en las que Perú eliminó una vez a los albicelestes (1969) y le tuvo al borde del colapso (1985) reaparecieron en el estadio "Monumental".

Igualó Rengifo a los 89 con un remate de cabeza frente a una defensa totalmente desarticulada y Palermo, el "optimista del gol", como alguna vez afirmó su ex entrenador en el Boca Carlos Bianchi, puso a Argentina en el cuarto puesto clasificatorio cuando se desataba el incendio.