El viento pone a Edurne Pasaban contra las cuerdas
- La alpinista guipuzcoana reconoce la dificultad para hacer cumbre
- El viento se ha llevado gran parte del material para la ascensión
- Se mantendrá fuerte hasta el día 20, justo cuando finaliza su permiso
- Sigue toda la actualidad de la ascensión en el blog de Al filo de lo imposible
Peligra el decimotercer ochomil de Edurne Pasaban. Las fuertes rachas de viento han arruinado, casi en su totalidad, las opciones de que la alpinista guipuzcoana pueda hacer cumbre en el Shisha Pangma.
Según ha asegurado la propia Pasaban en el blog de 'Al filo de lo imposible', el viento se ha llevado las tres tiendas y todo el material que tenían en el Vivac Scott. Además, la previsión metereológica indica que el viento será de 60 a 80 kilómetros por hora hasta el próximo día 20, fecha en la que se le acaba el permiso de escalada.
Pasaban ha explicado que el pasado domingo salieron del campo base, llegaron hacia las once de la mañana al campo avanzado donde tenían material y se dirigieron al Vivac Scott, una zona situada a 6.200 metros a la que ya ascendieron para la aclimatación y donde dejaron el material necesario para abordar la cumbre.
"El viento había arrancado todo"
Al llegar a este lugar comprobaron que el viento se había llevado las tres tiendas con todo lo que había en su interior: sacos, esterillas, ropa, comida, hornillos, gas, manoplas y piolets.
"El viento había arrancado todo. Las tiendas estaban sujetas con cuerdas y no estaban ni las cuerdas. Nada de nada", comenta con desesperación la alpinista, que confiesa que en ese momento no podía creer lo que estaba viendo y que cuando decidieron regresar al campo avanzado se le vino "el mundo encima" y empezó a llorar de impotencia.
El objetivo del equipo era haber ascendido ayer hasta los 6.700 metros, donde iban a pasar la noche para subir hoy a los 7.400 y pernoctar allí antes del definitivo ataque a la cima de esta montaña de 8.046 ubicada en el Tíbet. Tras pasar la noche en el campo avanzado, ayer lunes decidieron bajar al campo base, ya que sin material y con el fuerte viento que hacía no podían hacer nada.
"No hemos tirado la toalla del todo"
En estos momentos, la alpinista ha reconocido la dificultad de la situación, debido a la falta de material y al negativo parte metereológico, pero no da por perdida la expedición. "Voy hacer un esfuerzo para ser positiva, y transmitiros, que si nos dan esos días de bueno, lo intentaremos. Y que sino, continuaremos para adelante. Que habrá mas oportunidades, que el proyecto continuará y que estoy segura que entre todos terminaremos los 14 ocho miles".
Sí ha reconocido que le duele pensar que está defraudando a quienes la han apoyado y el mal momento que está pasando. El objetivo de la alpinista era lograr el Shisha Pangma, de forma que sólo le quedase el Annapurna para completar su objetivo de ser la primera mujer en subir las 14 montañas más altas de la Tierra.