Las cuentas de la calculadora de Maradona
- Argentina, la 'albiceleste', depende de ella misma para jugar el Mundial de Sudáfrica
- A la selección que dirige Maradona le vale incluso el empate ante Uruguay, los 'celestes'
- La única combinación que no sirve es la derrota, por lo que el partido será a cara de perro
Caben todos los calificativos: partido del siglo, duelo a vida o muerte, todo o nada para Argentina, Uruguay... y Maradona. Ha querido el destino -o la mala trayectoria de una de las dos o tres mejores selecciones del mundo- que todo un dios terrenal del fútbol, Diego Armando Maradona, se juegue el destino de la tricampeona mundial en el abismo, o lo que es peor para un argentino, en Montevideo.
Esa es la realidad: el equipo de Messi, Agüero, Aimar, Higuaín y compañía, comandado por un capitán errático y cuestionado, se juega este miércoles ante Uruguay sus opciones para clasificarse para el Mundial de Sudáfrica de 2010 (en vivo, en la medianoche del miércoles, en RTVE.es).
Es cierto que depende de sí misma y que casi todas las opciones le son favorables (ver cuadro inferior). Únicamente la 'albiceleste' quedaría condenada si pierde ante Uruguay y Ecuador gana su duelo ante Chile, ya clasificada.
Los argentinos dependen de ellos mismos para no quedar apeados de la próxima cita mundialista y les vale el empate para clasificarse matemáticamente y conseguir su décima participación consecutiva en un Mundial.
Incluso perdiendo el trascendental partido ante los 'celestes', los chicos del 'Pelusa' podrían entrar en la repesca en el caso de que Chile gane a Ecuador o el partido entre ambos acabe en empate. Si el conjunto de los Messi, Agüero e Higuain entra en el grupo de los repescados, se enfrentaría a Costa Rica u Honduras a doble partido el 14 y 18 de noviembre.
Maradona, contra las cuerdas
Pero los precedentes ponen a los argentinos, aficionados que elevan como nadie las pasiones del fútbol a cuestión nacional y existencial, al borde del infarto o del ataque. Siete partidos ganados de 17, con derrotas bochornosas como el 6-1 encajado en las alturas de La Paz frente a Bolivia o un 1-3 en casa ante Brasil, no alimentan ni mucho menos una fe inquebrantable.
En el último 'match-ball', salvado sobre la bocina, tuvo que ser el veterano Palermo, un 'Loco', un 'Titán', pero un defenestrado de la selección, el que salvara en el Monumental de Buenos Aires a los suyos bajo el diluvio universal, con un remate afortunado y en posible fuera de juego, ante un Perú que no se jugaba nada y al que le sustrajeron dos penaltis. Como para recordar ahora los tres penaltis que falló ante Colombia hace diez años.
Y tuvo que ser Higuaín, el 'Pipita', el nuevo, cuyos goles en el Real Madrid no habían conmovido al 'Pelusa', el que abriera la lata en sus primeros minutos con la selección absoluta. De otros, como Tévez o Agüero, la selección no sabe y ellos no responden desde hace varios partidos. Maradona encontró la clave provisional con el triplete formado por Palermo, Higuaín y Messi, con el recuperado Pablo Aymar sirviendo balones. Pero la misma fórmula podría no servir ante Forlán y compañía.
Nadie se lo explica, pero todos apuntan a Maradona como responsable. Por no saber llevar a su pléyade de estrellas a la excelencia que cabía esperar del considerado por muchos mejor jugador de la historia. Por trasladar su desordenada y atípica de forma de ser a los hábitos de un equipo que, pese a admirarle por lo que fue, no sabe por dónde se mueve.
También por no tener una buena relación con Julio Grondona, responsable de la Asociación de Fútbol Argentina, o con Carlos Bilardo, secretario técnico, contratado en principio como respaldo de Maradona, el técnico para las lagunas técnicas del entrenador, lo que hace que, más que nunca, todo el mundo quiera ser seleccionador u opinar sobre él. "Los chicos llegan, se juntan y juegan mal; corren como monos, pero corren mal", señala Menotti, el técnico que levantó la Copa en 1978.
La prensa le cuestiona y el 'dios' del fútbol ya no tiene el don de la infalibilidad. Se le agota el crédito, y ha amenazado con dimitir, aunque logre la clasificación, al término de la convulsa fase de clasificación, que aún podría amargarle unas cuantas semanas más si el equipo ha de disputar la repesca. Y ni siquiera Argentina está segura de si le conviene un cambio de rumbo.
Uruguay - Argentina | Chile - Ecuador | Se clasifica | A la repesca |
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Pierde Argentina | Gana Chile | Uruguay | Argentina |
Pierde Argentina | Empatan | Uruguay | Argentina |
Pierde Argentina | Gana Ecuador | Uruguay | Ecuador |
Empatan | Gana Chile | Argentina | Uruguay |
Empatan | Empatan | Argentina | Uruguay |
Empatan | Gana Ecuador | Argentina | Ecuador |
Gana Argentina | Gana Chile | Argentina | Uruguay |
Gana Argentina | Empatan | Argentina | Uruguay |
Gana Argentina | Gana Ecuador | Argentina | Ecuador |