Las carencias de un Madrid anodino

• La derrota ante el Milan ha dejado en evidencia el juego blanco
• Pellegrini aún no ha sabido unir las piezas que le dio Florentino
• El bajo rendimiento defensivo se une a inoperancia creativa
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El Milan resucita en Madrid (2-3)

El Real Madrid ha vuelto a mostrar sus carencias ante el peor Milan de los últimos tiempos. Un equipo envejecido, con sus estrellas venidas a menos, que camina octavo en la liga italiana y que practica un juego lento y conservador.

Los de Pellegrini llegaban al choque después de dos victorias por goleada en la máxima competición continental ante el Zurich y el Olympique de Marsella, dos rivales de menor entidad. En Liga, la historia se repite. Ha goleado a la mayoría de sus rivales pero cuando llegó el Sevilla, el único rival 'grande' al que se ha enfrentado, las carencias del equipo quedaron al desnudo.

El entrenador madridista ha reconocido que las dos derrotas son "preocupantes" y ha admitido que han sido ante "equipos más formados". Tanto el Sevilla como el Milan llevaron al Real Madrid a su terreno. Si el equipo de Manolo Jiménez impuso su ritmo vertiginoso, el juego lento y espeso de los de Leonardo contagió a un Madrid que apenas disparó a puerta. Eso sí, ambos se aprovecharon de los despistes defensivos 'merengues'.

Especialmente preocupante es el bajo rendimiento de la banda izquierda madridista y la relajación habitual de los centrales. Ni Marcelo ni Drenthe están cumpliendo con las espectativas, a pesar del gol de holandés ante el Milan, ni Pepe está a su máximo nivl. Para colmo, el que suele cumplir ha fallado este miércoles. Casillas no ha tenido su mejor día.

La alargada sombra de Cristiano

Aunque la pegada suele resolver el mal juego madridista, tan sólo Raúl se salva de la delantera blanca. La ausencia de Cristiano Ronaldo deja entrever una falta de coordinación en la creación. Las jugadas individuales del portugués sacaron de apuros a los Pellegrini en más de una ocasión. Sin él y con dos medios centros defensivos la verticalidad queda reducida a la nada.

La negación constante al juego por banda lastra los ataques madridistas, que se atascan al buscar constantemente los huecos por el centro del área. Ante el Milan, con una nutrida defensa, el ataque blanco se ha estrellado una y otra vez, con un Kaká muy difuso y con Benzema practicamente ausente.

Mucho tendrá que trabajar Pellegrini si quiere hacer de este Madrid un equipo campeón, capaz de saldar con victorias los partidos con rivales de entidad. Dentro de dos semanas, volverán a verse las caras con el Milan. Será una buena oportunidad para saber si este Madrid ha conseguido unir sus piezas de lujo para funcionar como un utilitario bien rodado.

Para entonces Cristiano tiene complicada su participación. Él ha resuelto las dos victorias madridistas en Champions. Sin él, el equipo ha conocido su primera derrota europea. Demasiada dependencia para un equipo construido sobre 280 millones de euros.