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Isinbayeva: "Me siento princesa de un cuento"

  • La atleta rusa considera un honor el Príncipe de Asturias de los Deportes
  • La pertiguista confiesa que recibió la noticia de Juan Antonio Samaranch
  • Le gustaría seguir vinculada al deporte tras su retirada

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Qué se siente al batir un récord del mundo

Igual que una "princesa en un cuento de hadas", así se siente la pertiguista Yelena Isinbayeva el día en que recibe el Premio Príncipe de Asturias de los Deportes. La atleta rusa considera un honor el premio: "Significa mucho para mí".

Isinbayeva confesó haber recibido la noticia del premio del ex presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Juan Antonio Samaranch. "Fue un 'shock' para mi recibir su llamada para decirme que había sido la elegida; me sorprendió muchísimo", reveló la 'recordwoman' del mundo en rueda de prensa.

La atleta rusa se siente halagada por estar en el mismo club que Samaranch: "Sabía que él había recibido este premio antes, también Sergei Bubka y el año pasado Rafael Nadal".

Sobre el resto de premiados afirmó haberlos conocido y sentir "un gran placer por formar parte de este club y tener tan buena compañía".

A sus 27 años aún no ve el momento de su retirada, aunque también piensa en su futuro una vez que termine su carrera deportiva. "Me gustaría quedarme cerca del deporte y tener un trabajo relacionado. El deporte me ha dado todo lo que tengo", confesó.

Isinbayeva es una enamorada de su disciplina atlética y le gustaría que fuera cada vez más popular, "sobre todo entre las jóvenes, así las niñas verían que no sólo pueden ganar medallas, sino representar a su país a un nivel más alto". "El salto con pertiga es un deporte muy femenino y muy bello. Al principio sólo saltaban hombres, pero cuando empezaron a saltar las mujeres se convirtió en algo con mucho glamour", añadió.

Un poco de intimidad

Precisamente en relación con su disciplina, Isinbayeva fue interrogada sobre su ritual antes de cada salto, en concreto sobre su costumbre de cubrirse con una toalla: "Me cubro porque son momentos de mucha tensión y me molesta a veces tener cámaras tan cerca", sólo eso.

También reveló que suele recordar "momentos bonitos de mi vida para darme energia" y cuando las fuerzas parecen fallar "le pido al público que me anime".

La poseedora del récord del mundo -este año lo ha batido en dos ocasiones- admitió que los momentos más duros son los entrenamientos: "Lo más difícil es el periodo de entrenamiento. A partir del 1 de noviembre tengo que empezar a entrenar otra vez y sé que tengo que afrontar muchas dificultades".

Pero el sufrimiento se ve compensado cuando "por fin llego a una prueba en forma, es un momento para celebrarlo. Si esto en forma, me ilusiono mucho".