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Aventuras y desventuras de un futbolista altivo

  • No es la primera vez que Guti tiene un encontronazo con su entrenador
  • Tampoco son nuevas sus salidas de tono con la afición contraria
  • Eterna promesa, el '14' blanco nunca ha conseguido cumplir las expectativas

Por
Guti, en un encuentro en el Bernabéu.
Guti, en un encuentro en el Bernabéu.

TRAYECTORIA                  Goles

Real Madrid 1995-96              1

Real Madrid 1996-97              0

Real Madrid 1997-98              1

Real Madrid 1998-99              3

Real Madrid 1999-00              8

Real Madrid 2000-01            18

Real Madrid 2001-02            13

Real Madrid 2002-03            11

Real Madrid 2003-04              3

Real Madrid 2004-05              0

Real Madrid 2005-06              6

Real Madrid 2006-07              1

Real Madrid 2007-08              3

Real Madrid 2008-09              3

A sus 19 años, Guti era una de las referencias de la cantera madridista. Una de las joyas de la corona. Con un futuro prometedor, Valdano le hizo debutar ante el Sevilla. El equipo ganó 4-1 y la promesa cumplió el primer sueño de los muchos que le auguraban los críticos. Este sábado, aquel chaval de melena rubia que idolatraba a Redondo cumple 33 años. El Real Madrid juega en Getafe y el torrejonero lo verá desde su casa.

Su última salida de tono con Pellegrini es el paradigma de una carrera llena de altibajos. La eterna promesa blanca nunca ha terminado de despuntar. Cuando ha encontrado su mejor juego, su irregularidad le ha devuelto al banquillo. Cuando ha recibido la confianza del técnico, su incorregible carácter ha derrumbado las espectativas puestas sobre él. Y sus salidas de tono, dentro y fuera de los campos, han lastrado la imagen de uno de los futbolistas con más clase que ha crecido en 'La Fábrica'.

El Real Madrid se reencuentra con su afición después de lo de Alcorcón. Será ante el Getafe y sin Guti, al que Pellegrini no ha convocado, según él por que está saliendo de una lesión y no por el supuesto enfrentamiento en el vestuario de Alcorcón.

Eternamente discutido en el Bernabéu, Guti no es bien recibido en más de un estadio de Primera División. Cuando su equipo juega en El Madrigal, sus aficionados siempre le recuerdan su encontronazo en la temporada 2000/01. El madridista les dedicó una peineta como la que sacó a pasear en Alcorcón y les llamó 'paletos'. Desde entonces, siempre es recibido con este calificativo.

Si su relación con el público siempre ha sido más que distante, tampoco ha encontrado la 'química' adecuada en su relación con los entrenadores que han pasado por Chamartín. Tan sólo Del Bosque comprendió al esquivo mediapunta. Con el actual seleccionador, Guti mejoró su aportación defensiva, se asentó en el primer equipo merengue y debutó con la selección absoluta.

Sin embargo, desde entonces, su juego careció de continuidad y su aportación no fue decisiva en la gran parte de los títulos que cosechó el Real Madrid en los últimos años, entre ellos, las Ligas de Campeones ganadas por el conjunto blanco. Ni Luxemburgo, ni Capello, ni Schuster, lograron motivar al centrocampista, que parecía vivir con más intensidad la noche madrileña que las tardes de fútbol en el Bernabéu.

Una nueva oportunidad desperdiciada

En la pasada temporada, el jugador evidenció su malestar con Juande Ramos con un sonoro "no me jodas", tras ser sustituido en el partido ante el Atlético de Madrid. Esta acción, unida a su negativa a jugar ante el Málaga, definieron las nulas relaciones entre ambos.

El regreso de Florentino, con Pellegrini al timón, supuso una nueva oportunidad para Guti, que se ganó un puesto con una gran pretemporada. El técnico chileno confiaba en recuperar al mediapunta merengue. Sus características le situaban como un jugador más que necesario para el esquema blanco. Sin embargo, el de Torrejón ha vuelto a defraudar a todos con su 'salida del tiesto' en Alcorcón. 

No es la primera vez que Pellegrini se enfrenta a una de las 'vacas sagradas' de su equipo. En Villarreal, su enfrentamiento con Riquelme acabó con el argentino en Buenos Aires. Guti acaba contrato el próximo mes de junio. Si Pellegrini se levanta de su primer golpe, la balanza caerá de su lado. Si no es así, un nuevo entrenador llegará al Bernabéu y Guti tendrá su eterna oportunidad para convertirse, a sus 33 años, en la estrella que nunca explotó.