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El Unirea, sorprendente segundo de grupo

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Ficha técnica

1 - Unirea Urziceni: Arlauskis; Bordeanu, Galamaz, Maftei, Brandan; Apostol, Ricardo Vilana (Semedo, m. 78), Balan (Onofras, m. 28); Frunza, Varga (Paduretu, m. 78); Bilasco.

1- Glasgow Rangers: McGregor; Whittaker, Wilson, Weir, Papac; Naismith, Davis, McCulloch, Thompson (Fleck, m. 83), Lafferty; Miller (Nacho Novo, m. 78).

Goles: 0-1: m. 78: McCulloch de fuerte disparo desde 25 metros; 1-1: m. 88: Bilasco de potente chut por la escuadra desde el borde del área tras una triangulación perfecta del ataque rumano.

Árbitro: Bo Larsen (DIN). Amonestó a Lafferty (m.27), Bilasco (m. 68), Wilson (m. 77)

Estadio: Ghencea, Bucarest. Unos 12.000 espectadores, entre ellos 3.000 aficionados escoceses.

Unirea Urziceni y Glasgow Rangers empataron a un gol en Bucarest en un partido muy igualado que pone la clasificación al alcance de la mano de los rumanos y deja con remotas opciones a los escoceses.

Desde el flanco izquierdo del ataque del Unirea el lateral argentino Brandán y el interior Varga parecían los únicos con empuje y energía para llegar al área escocesa, pero sus centros los rechazaba sin complicaciones la defensa del Rangers.

El Rangers se hizo con la posesión del balón, y el partido comenzó a jugarse en la mitad de terreno rumano. Pero la seriedad defensiva del Unirea y la inoperancia ofensiva de los protestantes mantenían la placidez de Arlauskis.

Los hombres de Dan Petrescu tuvieron su mejor ocasión en un potentísimo disparo raso de falta del central Maftei, que fue desviado con muchos problemas por McGregor. Los rumanos tuvieron más ocasiones hasta el descanso, pero los marcadores siguieron a cero.

En el minuto 50, un buen zurdazo de Bordeanu desde lejos después de una larga jugada de todo el ataque local salió cerca del palo de McGregor. Pese al desgaste físico y la presión de un Rangers que no estaba dispuesto a someterse, el partido se jugaba en campo visitante, y el Unirea no renunciaba al buen trato del balón que le ha caracteriza en esta liguilla.

Con un Ricardo Vilana imperial en el centro del campo y las triangulaciones endiabladas de sus volantes ofensivos, los locales llegaban con fluidez al área rival, aunque no conseguían inquietar a McGregor.

Pero los escoceses se estiraban de vez en cuando para dejar claro que no estaban muertos, y en el minuto 63 Miller pudo marcar en una rápida acción a la contra.

En el minuto 78, con el partido totalmente roto, un disparo potente de McCulloch desde fuera del área perforó la portería balcánica y desató en las gradas la euforia de las hordas británicas.

Los locales siguieron buscando el gol hasta el final, y cuando sólo quedaban dos minutos un trallazo del propio Onofras desde el borde del área después de una triangulación perfecta del ataque rumano hundió al Rangers y volvió a colocar al Unirea en una posición franca para pasar a octavos.