Enlaces accesibilidad

Francia busca certificar ante Irlanda la clasificación para Sudáfrica

  • El combinado francés logró un 0-1 en el partido de ida
  • Sin embargo, su juego sigue planteando muchas dudas
  • Irlanda no tira la toalla y quiere dar la sorpresa en Saint-Denis

Por
El 0-1 conseguido en Dublín otorga a Francia una cierta ventaja.
El 0-1 conseguido en Dublín otorga a Francia una cierta ventaja.

Francia, la subcampeona del mundo, afronta este miércoles el último peldaño para lograr su clasificación para el Mundial de Sudáfrica con la ventaja de un gol lograda en Dublín frente a una Irlanda que no tira la toalla de dar la sorpresa en Saint-Denis.

El tanto logrado de rebote por Nicolas Anelka en Croke Park otorga a Francia una condición de favorita que une a su mejor clasificación de la FIFA y a su condición de local en la vuelta de la repesca. Elementos suficientes para considerar que la eliminatoria está casi resuelta si no fuera por la irregularidad que ha mostrado en los últimos meses el combinado de Raymond Domenech, una inestabilidad que mantiene cierta interrogante.

Basta con ver el encuentro en Dublín para darse cuenta de que Francia no es, hoy por hoy, un equipo fiable. Frente al once del trébol, los "bleus" apenas crearon peligro, marcaron en un rechace y se encomendaron al portero Hugo Lloris para evitar el empate. De aquel encuentro, además de un ajustado resultado favorable y muchas dudas, Domenech se trajo tres lesionados, Eric Abidal, Jeremy Toulalan y Abou Diaby, lo que complica la formación de su defensa.

La baja más sensible es la de Eric Abidal, que en Irlanda fue reciclado como central ante la falta de hombres en ese puesto y que será sustituido por el sevillista Julien Escudé o su compañero de club Sébastien Squillaci. El resto del equipo sufrirá pocos cambios, aunque resta por saber si Domenech alineará de salida al madridista Karim Benzema en punta del ataque en sustitución de André-Pierre Gignac.

Objetivo complicado para Irlanda

La selección irlandesa llega a su partido más importante de los últimos años con el imperativo de ganar a Francia en París, un objetivo complicado para un equipo diseñado en el laboratorio de Giovanni Trapattoni para, sobre todo, no perder.

Como ha demostrado durante la fase de grupos, Irlanda es una escuadra difícil de batir que lleva el sello de "Trap" (trampa en inglés). Organizada, disciplinada y muy física, saca petróleo de las jugadas ensayadas, pero nota la ausencia de jugadores creativos como, por ejemplo, los centrocampistas Stephen Ireland, del Manchester City, y Andy Reid, ahora en el Sunderland.

Trapattoni ha llorado la falta de Stephen Ireland, una versión celta de Steven Gerrard que se ha borrado de las convocatorias por motivos aún desconocidos.

Pero ha alimentado un debate nacional sobre Andry Reid, un malabarista del balón con gran visión de juego, que, no obstante, no encaja en la pizarra del técnico por su supuesto carácter indolente y aspecto regordete.

A esto hay que sumarle que las envejecidas estrellas Damien Duff y Robbie Keane a duras penas aguantan un partido completo y que el hombre más desequilibrante ahora mismo en este equipo, el extremo del Celtic de Glasgow Aiden MacGeady, volverá a ver la mayoría de este partido desde el banquillo. Y es que, a pesar de ir por debajo en el marcador, Trapattoni no va a traicionar sus planes y alineará en París, casi con toda seguridad, el mismo once que cayó derrotado el pasado sábado.

Mantener la portería a cero

La consigna, una vez más, es trabar el partido en la media y parar las líneas de pase y las subidas de los laterales, para mantener, así, su portería a cero y cazar algún gol en jugadas a balón parado. O en "algún rechace", como él mismo ha confesado, en referencia al tanto logrado por Nicolas Anelka en Dublín.