David Beckham dice adiós a la temporada con más pena que gloria

• Su equipo, el Galaxy, pierde el título de la MLS ante el Real Salt Lake
• En la final, el centrocampista inglés dio la peor imagen de la temporada
• Beckham desconoce si jugará en Estados Unidos el próximo año

Beckham hizo frente al Real Salt Lake City el peor partido de la temporada.

El centrocampista inglés David Beckham, no sabe todavía si volverá a jugar en la Liga Profesional de Fútbol de Estados Unidos (MLS) la próxima temporada, de ahí que la derrota sufrida por su equipo en la tanda de penaltis (5-4) de la gran final de campeonato ante el Real Salt Lake, lo dejó "triste".

Después de concluir el tiempo reglamentario y la prórroga con empate a 1-1, el Real Salt Lake se proclamó nuevo campeón de la MLS, primero en la historia del equipo y dejó al Galaxy sin el tercero después de haber disputado seis finales.

El jugador inglés, criticado al principio de la temporada por su compañero Landon Donovan, que consideró que no había tenido un compromiso serio con el equipo, se encontró con la gran oportunidad de rebatirlo si ganaba el título de liga. Pero Beckham, que los consiguió con el Manchester United, en Inglaterra, y con el Real Madrid, en España, esta vez no pudo lograrlo en tierras estadounidenses, donde llegó hace tres temporadas.

Beckham, de 34 años, dio la peor imagen de toda la temporada, al no poder aclimatarse al frío reinante que hacía en el césped artificial del Qwest Field de Seattle, ante 46.011 espectadores, tampoco le dejaron bien parado sus fuerzas físicas, a pesar de toda la dosificación que hizo con su juego. De ahí que sacase el lado agresivo que a veces utiliza con su juego cuando no se encuentra cómodo en el campo y no puede frenar al hombre que le toca marcar, en esta ocasión al argentino Javier Morales, que se había adueñado del balón y del centro del campo para beneficio del Real Salt Lake.

Beckham lesiona a Morales

Beckham no aguantó demasiado la lección que le estaba dando Morales y en el minuto 15 le hizo una dura entrada para derribarlo y en la caída sujetarle la rodilla izquierda de la quedó lesionado. Morales, que hasta entonces había sido la figura del partido y del Real Salt Lake, recibió tratamiento fuera del campo, pero aunque intentó seguir no pudo conseguirlo y en el minuto 22 tuvo que irse para dejar el puesto a Clint Mathis.

La marcha de Morales dio algo de respiro a Beckham para que siguiese con su juego de pases, sin ir a buscar el balón. Uno de ellos, el que dio a Landon Donovan en el minuto 41, iba a generar el primer gol de partido y del Galaxy, marcado por Mike Magee.

Beckham estaba a algo más de 45 minutos para conseguir su primer título de la MLS (el tercero del Galaxy), pero el Real Salt Lake no se dio por vencido y salió en la segunda parte para tener aún mayor dominio, empatar el marcador, dominar en la prórroga y sentenciar en los penaltis.

La estrella inglesa, que había llegado al partido con molestias y tomando calmantes para el dolor que arrastra en un hueso del pie derecho, no pudo ver cumplido su deseo de mostrar a todos los que le habían criticado que estaban equivocados. "Siempre me gusta demostrar que las personas están equivocadas conmigo", declaró Beckham. "Estuvimos cerca del triunfo final, se nos escapó en los penaltis y así es el fútbol".

Infiltrado

Beckham, que al final del tiempo reglamentario se quitó la bota del pie derecho y se lo frotó el mismo el hueso contusionado, dijo que las tres inyecciones que le habían puesto antes del partido le ayudaron, pero aun así sintió dolor. "Después de 15 minutos, me volvió, pero había que seguir e intentar ganar el partido", explicó Beckham, que inicio la ronda de penaltis y marcó el primero para el Galaxy. "Cuando llegas a la tanda de penaltis es como la ruleta rusa y no es agradable perder de esa manera, pero así es el deporte del fútbol".