Un organizado Arsenal logra su entrada en octavos
Ficha técnica:
2 - Arsenal: Almunia, Eboue, Gallas (Silvestre, m.45), Vermaelen, Gibbs, Cesc, Song Billong, Denilson, Nasri (Walcott, m.60), Arshavin, Vela.
0 - Standard Lieja: Bolat, Camozzato, Sarr, Felipe, Mulemo, Goreux, Witsel, Mangala, Carcela-Gonzalez, Dalmat (Moussa Traore, m.63), Mbokani (Cyriac, m.67).
Goles: 1-0, Samir Nasri, m.35; 2-0, Denilson, m.45
Árbitro: Konrad Plautz (Austria). Sacó tarjeta amarilla a Mangala y Mulema, del Standard Lieja y a Cesc, del Arsenal.
Incidencias: Partido de la fase de grupos de la Liga de Campeones, correspondiente al grupo H, disputado en el estadio londinense del Emirates.
Un Arsenal organizado que supo sobrellevar las ausencias de su plantilla amarró bien hoy frente a su afición del Emirates su billete a octavos de final de la Liga de Campeones y el liderato de grupo H, al imponerse por 2-0 al Standard de Lieja.
Enérgico, confiado y arrogante. Así se presentó en el terreno de juego un Arsenal que acusaba varias bajas relevantes pero que recuperó al joven Kieran Gibbs en la defensa y que no dejó lugar a dudas sobre sus intenciones: dejar atada su presencia en Europa ante su rival belga.
Bajo la atenta mirada de Arsene Wenger, sus pupilos tuvieron ya una buena ocasión de marcar diferencias numéricas al tercer minuto de juego. Fútbol bonito, encadenamiento de pases y ya para abrir boca, un peligroso centro a meta del francés Nasri que, si bien no dio la ventaja, sí alentó a la hinchada local.
Mucho toque de balón, posesión a raudales y este Arsenal capitaneado por el internacional español Cesc Fábregas se hacía mas amenazador al minuto.
Al noveno, un pase de Song colocó el esférico en bandeja para Nasri, que cedió al bola al brasileño Denilson. Buen intento del medio carioca que abortó bien Bolat, el meta del Standard.
Los locales volvían a arañar los feudos belgas. No había pasado media hora pero el Standard ensartaba sustos. Ahora le tocaba el turno al galo William Gallas, a pase por la izquierda de un atentísimo Cesc, con un remate de cabeza que se iba por encima del larguero.
Pero también hubo algo de drama. La plantilla inglesa sufrió un percance médico en este primer acto, con un choque frontal de los jugadores "gunner" Gallas y el ruso Arshavin, que dejó ensangrentados a ambos.
Pero la paz no tardó en regresar al Emirates y lo hizo en forma de ventaja, con el primer gol de la noche para la formación anfitriona. Llegó en el minuto 35, y lo firmó Nasri, ahora sí, al rematar un balón largo enviado por Thomas Vermaelen, el ex del Alax y esquivar, de camino a la portería del Standard, al rocoso Magala.
El Arsenal se embaló. Arremetió al momento Cesc Fábregas y volvió al campo, pasado el susto, Andrei Arshavin para probar fortuna con otro disparo con peligro a la portería rival.
Los "gunners" se curaron en salud antes del medio tiempo. Volvieron a marcar, con una acción que rubricó el brasileño Denilson. El Arsenal inició el segundo tiempo con total comodidad y el control absoluto.
Su rival trató de variar métodos y fue Alex Witsel, del Standard, el que gozó de la -quizá- mejor ocasión para el once belga en el minuto 52. La fortuna del Standard empeoró con la expulsión de Mehdi Carcela-Gonzalez por conducta violenta.
El Olympiacos da un paso importante
El Olympiacos dio un paso importante hacia la siguiente fase de la Liga de Campeones tras arrancar un valioso empate a cero ante el voluntarioso pero ineficaz AZ Alkmaar, que vio esfumarse su sueño europeo entre el caluroso apoyo de su público.
La primera parte fue de un continuas alternativas entre ambos conjuntos, y tras una primera fase de tanteo se sucedieron ocasiones por ambas partes, pero la falta de acierto en el remate y la efectividad de ambos guardametas impidió que se moviera el marcador.
Lens, muy activo, tuvo hasta tres ocasiones (minutos 21, 28 y 32) en las que el balón se marchó fuera por poco, y también el belga Dembele estuvo cerca de abrir el marcador en una acción frustrada de Nikopolidis.
Finalmente, y a pesar de su dominio del balón, el AZ no logró que sus ocasiones fueran muy claras ni que sus atacantes tuvieran el acierto para materializarlas.
En el equipo griego jugaron dos viejos conocidos de la afición española, Raúl Bravo, quien ejerció eficazmente de lateral izquierdo y subió al ataque cuando pudo, y Enzo Maresca, que pasó más desapercibido ante la táctica conservadora de su técnico, el brasileño Zico.