Ni Milán ni Marsella se bajan del tren
- Duelo equilibrado en San Siro con dos goles en apenas seis minutos
- Las dos plazas se decidirán entre Madrid, Milan y OM en la última jornada
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Ficha técnica:
1 - Milán: Dida; Zambrotta, Thiago Silva, Nesta, Oddo (Abate, min 28); Pirlo, Ambrosini, Seedorf; Ronaldinho, Borriello, Pato.
1 - Olympique de Marsella: Mandanda; Taiwo, Heinze, Diawara, Bonnart; Lucho (Kone B. min 66), Abriel, Cissé, Cheyrou (Morientes, min 85); Brandao, Niang (Ben Arfa, min 73).
Gol: 1-0: m.10: Borriello; 1-1: m.16: Lucho.
Árbitro: El inglés Howard Webb amonestó con tarjeta amarilla a Ambrosini y Zambrotta (Milán), y a Heinze (Olympique de Marsella.
Incidencias: Partido del Grupo C de la Liga de Campeones disputado en el Estadio Giuseppe Meazza de Milán.
El Milán y el Olympique de Marsella empataron a uno en un partido abierto y vertiginoso disputado en el Giuseppe Meazza, tras el que italianos y franceses, junto al Real Madrid, dejan para la última jornada de la fase de grupos de la Liga de Campeones la tarea de decidir quién pasará a octavos de final [Todos los datos del partido].
Los dos equipos ocupan el medio de la tabla del Grupo C de la máxima competición europea, por detrás de un Real Madrid que dio un paso más hacia la siguiente ronda al vencer por 1 a 0 al Zúrich y que pasa a encabezar el grupo con diez puntos, a dos del Milán y tres del Olympique de Marsella.
Esa asignatura pendiente será la que deberán aprobar los tres equipos -el Zúrich no tiene posibilidades- la próxima jornada, después de que Milán y Olympique no pasaran del empate con los tantos del italiano Marco Borriello para los "rossoneri" y del argentino Lucho González para los franceses.
Los hombres del brasileño Leonardo llegaban al encuentro con una proyección en su campeonato nacional muy distinta a la del equipo que entrena el francés Didier Deschamps. Un Milán que poco a poco va a más en la Liga italiana supo así plantear su juego a un Olympique que en las últimas semanas no ha tenido los mejores resultados.
Y eso se tradujo en un centro del campo prácticamente invisible, en el que parece que el entrenador del Milán ni siquiera había reparado a la hora de plantear su alineación: situando por detrás de los tres delanteros a hombres-gol como son el ex madridista holandés Clarence Seedorf o el italiano Andrea Pirlo.
Así las cosas, en un fiel reflejo de las continuas idas y venidas de uno al otro lado del campo que fue el encuentro de este miércoles en el Estadio Giuseppe Meazza, el gol que puso en ventaja al Milán a los diez minutos del encuentro, fue rápidamente contestado por el Olympique de Marsella seis minutos después.
Los dos goles, en seis minutos
El 1 a 0 llegó cuando apenas el público había terminado de ocupar sus sitios en las gradas en las botas de Borriello, sin duda el jugador más activo del Milán durante una primera parte en la que el brasileño Ronaldinho estuvo casi desaparecido.
En una espléndida jugada, Borriello entró por la banda derecha al área pequeña del Olympique de Marsella y consiguió zafarse de la defensa para terminar rematando a puerta y batir al portero rival, el francés nacido en Zaire Steve Mandanda.
Y cuando ya todos en San Siro celebraban un pase a octavos como el que lograron sus compatriotas del Fiorentina en el Grupo E, llegó el gran remate a puerta del argentino Lucho González que puso el uno a uno en el marcador.
Corría el minuto 16 de la primera parte y Lucho conseguía aprovechar una salida en falso del portero del Milán, el brasileño Dida, para rematar a puerta vacía y helar los ánimos de la hinchada "rossonera".
La segunda parte comenzó con prácticamente el mismo planteamiento de juego que la primera, aunque con alguna que otra mayor jugada a balón parado y con intentos de propiciar la falta que hicieron que el inglés Howard Webb tuviera que amonestar con tarjeta amarilla a Gianluca Zambrotta por simular un penalti.
Mismo planteamiento que ratificó el poderío milanista sobre el terreno del juego y que llevó al Olympique de Marsella a tener que defenderse del empuje rival, sin descuidar su ataque, en el que tuvieron oportunidades destacadas como el travesaño que encontró el brasileño Brandao en el minuto 65.
Las fuerzas volvieron a igualarse algo más en la última parte del partido, en la que el español Fernando Morientes salió al terreno de juego por el Olympique para sustituir al capitán francés Benoît Cheyrou. Un equilibrio de fuerzas que, a pesar de que sirve de poco, fue a todas luces justo para el encuentro.