Ante Djokovic, derrota con brotes verdes de Nadal
- El serbio se impone por 7-6 (5) y 6-3
- Nadal mejoró su imagen respecto a los partidos anteriores
- El español se despide del torneo sin haber ganado un solo set
Rafa Nadal se despide de la Copa Masters 2009 tras jugar su último partido ante Djokovic, que le ganó en dos sets (7-6 y 6-3). La noticia de la derrota no es nueva, en vista de cómo ha jugado el español el torneo, pero el todavía número 2 del mundo dio muestras de alguna mejoría.
No obstante, Nadal se despide de Londres sin haber ganado un solo set en ninguno de los tres partidos, al contrario que Verdasco, el otro representante español que tampoco ha pasado a semifinales.
Quien tiene pie y medio en semifinales es Djokovic, aunque aún está a la espera de ver qué ocurre en el partido entre Soderling -ya clasificado- y Davydenko (21:45, Teledeporte y RTVE.es). Si el ruso gana, le arrebata la plaza que de momento tiene.
Por el momento el líder del Grupo B es el sueco, que así evita a Federer en semifinales y se enfrentará a Andy Murray. Djokovic tendrá aún que esperar para saber si termina el año como número 2 de la ATP; necesita ganar el torneo.
Por parte de Nadal, pese a la contundencia de los resultados este último partido se puede considerar como una mejoría, en comparación con los dos anteriores. El último set del partido contra Davydenko, que terminó en 'tie break' tuvo su continuación en el primero de este contra Djokovic.
El español logró forzar una nueva muerte súbita después de remontar un 'break' en contra. Y a diferencia del partido anterior, el 'tie break' contra el serbio fue algo más disputado y sólo un par de errores no forzados evitaron que se decantara del lado de Nadal.
El de Manacor plantó cara al número 3 del mundo, quien tuvo que esforzarse más que en el último encuentro entre ambos en semifinales de París-Bercy.
En esta ocasión las alarmas, que también saltaron, no fueron por su nivel de juego sino por su estado físico. En el tercer juego de la segunda manga Nadal solicitó la asistencia del fisioterapeuta por unas molestias en la espalda.
Al masaje le siguió una rotura a favor de Djokovic que hizo pensar en lo peor, en su ausencia una vez más de la final de la Davis. Pero fue una falsa alarma, puesto que a partir de ese momento ambos se limitaron a defender su servicio, suficiente para que 'Nole' se llevara el partido.
Sin embargo, en el juego definitivo Nadal tuvo en su mano una bola de rotura que finalmente no aprovechó, pero sirvió para que los aficionados recordaran al mejor Nadal de antaño, el que no daba una bola por perdida y levantaba al público de sus asientos con su coraje y su grito de guerra: "¡Vamos!".