David Ferrer y su cita con el destino
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David Ferrer tiene ya una experiencia en ganar la Copa Davis, la que logró el pasado año contra Argentina, y puede ser la alternativa o baza secreta de Albert Costa, seleccionador nacional para la final de este fin de semana contra la República Checa.
En teoría Rafael Nadal y Fernando Verdasco parecen los elegidos para jugar los individuales contra los checos, pero si la lesión en el músculo psoas ilíaco de la pierna derecha del madrileño persiste, y no se recupera, Ferrer podría saltar y se daría el caso inverso de lo que sucedió hace un año en Mar del Plata.
Allí Ferrer era fijo para los individuales pero perdió el partido inaugural contra David Nalbandian en tres sets, y Emilio Sánchez Vicario, entonces capitán, tras consultar con el propio David, decidió poner a Verdasco para jugar el tercer día, y acertó con su decisión.
Buena parte del logro español el pasado año para alcanzar la final se debió a la contribución del jugador de Xavea que ganó partidos cruciales, como contra el alemán Philipp Kohlschreiber en cuartos en Bremen, o contra el estadounidense Andy Roddick en las semifinales en Madrid. En la final le pesó la responsabilidad y la falta de confianza porque no lograba reflejar en los partidos su buen trabajo en los entrenamientos, pero su misión ya estaba hecha.
Este año David ha contribuido con dos asistencias en eliminatorias, contra Serbia en Benidorm y ante Israel en Murcia, ganando los cuatro partidos individuales que le ha tocado disputar para situar su balance en esta competición de nueve victorias y solo tres derrotas.
Su palmarés no ha reflejado título ATP alguno, a pesar de disputar la final de Barcelona, en la que perdió contra Nadal y la de Dubai, ante el ruso Mihail Youznhy.
El último de sus siete títulos lo logró el año pasado en Valencia, y esta temporada ha acabado en el puesto 18, algo lejos del cuarto que llegó a ocupar en febrero y marzo del 2008, con 43 partidos ganados y 23 perdidos.
El último encuentro que ha disputado fue en la primera ronda del torneo de Valencia, donde ocupa el cargo de copropietario, junto con Juan Carlos Ferrero. Una microrrotura fibrilar en los isquiotibiales tras el primer partido contra Nicolás Almagro le impidió presentarse al segundo contra Albert Montañés.
Luego, diez días de descanso y la vuelta a los duros entrenamientos con Javier Piles, su entrenador, despejaron su mente para acudir a la cita del Palau Sant Jordi con el objetivo de intentar ganarse un puesto en los partidos de la final.
Su recuperación, y sobre todo las cuatro victorias que tiene sobre Tomas Berdych en tierra (con Radek Stepanek está 1-1 en esta superficie) pueden ser claves para que Costa tome una decisión a su favor.