El Valencia depende de sí mismo tras su mejor partido en Europa
- El equipo de Emery ganó al Lille francés por 3-1 en su mejor partido europeo
- Con esta victoria depende de sí mismo para pasar de fase en la competición
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El Valencia ha pasado a depender de sí mismo para disputar los dieciseisavos de final de la Liga Europa tras ganar al Lille francés por 3-1 en el mejor partido que el equipo de Unai Emery ha disputado en la actual edición del torneo.
El conjunto valenciano pudo de principio a fin con su rival, que llegaba a Valencia como primero del grupo, pero que no demostró esta condición en Mestalla, donde estuvo a merced del Valencia en juego, intensidad y ocasiones de gol y sólo mostró alguna duda en tiempo de prolongación, cuando ya ganaba por 3-1.
De entrada, el Valencia salió muy "enchufado". A los tres minutos de juego, una buena jugada de ataque acabó con el 1-0, marcado por Joaquín, y en el minuto nueve, un magnífico remate de Mata se estrelló en el poste cuando el meta del equipo francés estaba batido.
Las fuerzas se habían empezado a equilibrar, aunque era el Valencia el que más sensación daba de peligro.Tras un par de buenas jugadas de ataque, un excepcional pase de Marchena permitió que Joaquín hiciera el 2-0.
A partir de ese tanto, el equipo local recuperó el timón del juego y dispuso de alguna oportunidad para ampliar la cuenta ante un Lille que sólo creaba peligro a balón parado en faltas y córners.
Fruto de la segunda acción a la contra de que dispuso en el segundo periodo llegó el 3-0. Fue tras un despeje de Bruno que Mata en velocidad aprovechó para deshacerse de dos contrarios y marcar.
El Valencia había encarrilado el encuentro con más comodidad de la esperada y con media hora de partido por delante su objetivo era evitar el sufrimiento que habitualmente acompaña esta temporada al equipo en los partidos que disputa en casa.
Mediado el segundo tiempo, el choque había perdido intensidad porque el Valencia se mostraba consistente en defensa y salía a la contra con rapidez ante un rival sin argumentos sólidos para meterse en el encuentro, pues apenas llegaba a la meta local y cuando lo hacía era a balón parado y en acciones lejanas.
El final del partido, con cambios y falta de ritmo, careció de interés, aunque el Valencia dispuso de un par de opciones, que malogró, para ampliar la diferencia y el Lille, en una de sus pocas aproximaciones a la meta local, marcó el 3-1, lo que dio tiempo al típico final de nervios en Mestalla, aunque esta vez sin consecuencias.