Stepanek, el líder checo en una de sus mejores temporadas

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Radek Stepanek entrena de cara a la final de la Copa Davis ante España.

A pesar de su aspecto, algo rudo y de pocos amigos, Radek Stepanek (Karvina 1978) es conocido en el circuito como uno de los jugadores más divertidos, capaz de imitar a cualquiera de sus colegas, pero dispuesto este fin de semana a aguar la fiesta a los españoles en la final de la Davis.

Stepanek, apodado "el gusano", ha acabado el 2009 en el puesto doce del mundo, demostrando una gran regularidad. Su estilo, de formidable saque y excelente volea, le ha hecho acreedor de un nombre propio en pistas rápidas y sobre todo cubiertas. Y aunque su juego baja en tierra batida es capaz de crear problemas en esta superficie, aunque no a Rafael Nadal con quien ha perdido sus cuatro enfrentamientos, dos de ellos en arcilla.

Entrenado por el ex campeón del Abierto de Australia Petr Korda, Stepanek amasa en su historial cuatro títulos individuales, dos de ellos ganados esta temporada en San José y Brisbane, este último al derrotar a Fernando Verdasco en la final. Además ha sido finalista en Memphis. Su mejor ránking lo obtuvo en julio del 2006 cuando logró auparse a la octava posición.

En dobles también su concurso ha sacado réditos, pues acumula 14 torneos ganados, un dato para tener en cuenta en la jornada del sábado, siempre crucial en una final de la Copa Davis.

La figura de Stepanek es la del líder del equipo checo, el que debe llevar el peso del equipo, tal y como hizo su ídolo Ivan Lendl en sus tiempos. Su bagaje es de 14 victorias y siete derrotas en esta competición, y su referencia el triunfo de Checoslovaquia en esta competición en la final de 1980.

“Ese equipo fue una gran inspiración para mí“

"Ese equipo fue una gran inspiración para mi. Ahora podemos ser nosotros la inspiración para los jóvenes que practican el tenis en nuestro país", ha dicho.

Novio o pareja de jugadoras como la suiza Martina Hingis, la austríaca Barbara Schett y la checa Nicole Vaidisova, sus excentricidades le hicieron ser protagonista, como en diciembre del 2005 cuando fue capaz de pagar 1000 euros por alquilar durante un mes una pista de tenis en Praga para hacer pretemporada.

Es usual en él que pierda la acreditación de jugador en los torneos o la llave del hotel, como en Adelaida este año, cuando le tuvieron que hacer una copia ocho veces.

Con Lendl, su ídolo y su vecino en Bradenton (Florida, EE.UU.) degustó una vez un almuerzo en un restaurante chino antes de las Navidades. Noodles y marisco configuraron aquel menú y Radek quedó estupefacto de la capacidad de Ivan por devorar ese tipo de comida.

Su facilidad para imitar tenistas también es conocida, y en eso rivaliza con el serbio Novak Djokovic. En Barcelona el pasado año exhibió esa facilidad en el vestuario de los jugadores. "Puedo imitar a cualquiera de ellos", ha reconocido. Ahora su mejor imitación quiere ser la de Lendl, asumir su papel de líder, y ganar en Barcelona el primer título para la República Checa.