La Davis es aún más nuestra
- Feliciano López y Fernando Verdasco logran el punto definitivo (7-6 (6), 7-5 y 6-2)
- Un tocado Stepanek forzó para jugar el doble junto a Berdych
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España ya es tetracampeona de la Copa Davis, todo un hito logrado en tan sólo diez años. El equipo español se proclamó campeón de 2009 tras ganar el punto definitivo de la final contra Chequia en el partido de dobles. [Estadísticas]
Contagiados del espíritu de la 'Roja' de fútbol en forma de camiseta de Fernando Verdasco, éste y Feliciano López se bastaron para derrotar en tres sets a los dos líderes del equipo checo, Radek Stepanek y Tomas Berdych en cerca de tres horas de partido.
La pareja española reedita el éxito de 2008 en Mar del Plata en Argentina. No sólo ellos, todo el equipo demostró por qué España está en lo más alto del ránking de la Davis, un puesto ganado merecidamente desde 2000 tras cinco finales y cuatro victorias.
Los doblistas de moda son, junto a Nadal, Ferrer, Ferrero y Robredo los representantes de una generación que no se pone techo. Más hitos: por primera vez España conquista la ensaladera por segundo año consecutivo y Costa se convierte en el primer español en ganar como jugador (2000) y como capitán (2009).
El partido demostró la gran diferencia entre los dos combinados. Uno, España, es un equipo con recursos suficientes para afrontar cualquier envite. Costa reservó a Feliciano y Verdasco para este partido, mientras que Stepanek y Berdych, una vez más, eran el único recurso de la República Checa sobre la pista.
Stepanek había sido el protagonista de las primeras hora de la jornada por las dudas sobre su presencia en el partido. El castigo al que le sometió Ferrer hasta última hora del viernes fue demasiado incluso para un auténtico maratoniano como él.
El número uno checo acabó dando síntomas de cansancio -físico y mental- en el tercer y definitivo set, pese a la resistencia numantina que derrochó en las dos mangas anteriores.
En cambio el equipo, 'Fer' y 'Feli', demostró una gran compenetración y fue adueñándose poco a poco del partido desde la igualdad inicial ('tie break' en el primer set) a un 7-5 en el segundo set y paseo al final. Un correcto Berdych no podía hacer nada más que mirar y tratar de apoyar a su líder como buenamente pudo.
Una piña
Así es la selección española de tenis, un verdadero equipo, una piña; así lo celebraron sobre la arena del Palau Sant Jordi en cuanto la volea de revés de Stepanek se fue por donde no debía. Minutos antes la grada ya coreaba el consabido "campeones, campeones".
Los checos reprodujeron el mismo baile. Para ellos llegar hasta la final ya era un premio y eran conocedores del potencial de España.
Pero la verdadera fiesta era española, y lo fue para todos sin excepción. La 'piña' no se olvidó de Juan Carlos Ferrero ni de Tommy Robredo. Tampoco el público, que coreó el nombre del héroe de 2000 y fue manteado por sus compañeros; no se libró el capitán Albert Costa.
"Ha sido increíble estar aquí y rememorar todo aquello", dijo el propio Ferrero a nuestra compañera África de Miquel. De él y de Robredo se acordaron en sus discursos tanto Ferrer como Costa. "La clave de este equipo es la unión", añadió el capitán.
Y el público, al que agradecieron su apoyo Feliciano y Verdasco nada más concluir el partido de dobles: "Ha estado increíble, subrayó 'Feli'.
La parte institucional se reservó al número uno español, Rafa Nadal, encargado de agradecer su presencia "al presidente de la Federación (José Luis Escañuela) y al Príncipe (Felipe)". El mallorquín recordó su paso por el Sant Jordi hace nueve años como abanderado del equipo.
El colofón de la fiesta llegó cuando todos cantaron el himno del equipo de Copa Davis: "Gracias por ser español".