Las dos caras de una estrella
- El portugués se perderá el partido ante el Valencia por la expulsión
- "Sé que fallé, pero soy humano", dijo tras el partido ante el Almería
- El Real Madrid mostró dos caras muy distintas en el encuentro
Si hay un jugador que asombra al mundo junto a Leo Messi ese es Cristiano Ronaldo. Se lo ha ganado sobre el campo, con actuaciones estelares, regates imposibles, goles de todos los colores. Sin embargo, el portugués tiene una cara que no esconde, más infantil, que fue la que se vio este sábado en el Santiago Bernabéu, en la victoria del Real Madrid ante el Almería por 4-2.
El portugués resultó providencial en la remontada blanca, dando un pase de gol, provocando un penalti y marcando, pero acabó perdiendo la cabeza, invadido por la ansiedad de dos meses marcar un gol, y ganándose una expulsión que le deja fuera del partido de Valencia.
Ronaldo vio la primera amarilla cuando anotó su tanto, el cuarto del encuentro. El internacional empujó a gol un centro medido de Higuaín y en la celebración se quitó la camiseta, lo que le valió la primera cartulina. La segunda la recibió cuando propinó una patada a Juanma Ortiz, después de que el jugador almeriense le tocase el cuello con su brazo.
"Quitarme la camiseta fue una reacción instintiva. Sé que fallé, pero soy humano. No quería hacerlo. Son cosas que pasan en el fútbol y espero aprender. Me he pedido perdón a mí mismo y a mis compañeros", dijo tras acabar el partido.
“No me gusta perder y no me gusta fallar“
Tras fallar el penalti, el portugués volvió a mostrar su cara infantil, no quiso celebrar gol de Benzema: "Me dio rabia. Fallé el penalti. Me quedé enfadado, pero después pasó. No me gusta perder y no me gusta fallar. Mi reacción va a ser siempre así"
Cristiano enloqueció en un partido vibrante en el que el Real Madrid mostró sus dos caras ante un Almería ordenado. Dominando en la primera mitad, donde llegaron hasta en veinte ocasiones por ninguna de los andaluces, y tornándose en prisas y descontrol. Se olvidó del juego en equipo y quedó amparado a la calidad de sus estrellas, sin control, con ansiedad y un juego directo.
La buena imagen que dio en la derrota ante el Barcelona en el Camp Nou, un equipo grande, no se vio refrendada ante uno más modesto como el Almería. Un mal que sufre el conjunto blanco, de aturullarse y no saber definir y sentenciar los partidos ante equipos netamente inferiores.
El fútbol de los blancos ha mejorado notablemente, aunque el conjunto de Pellegrini vuelve a evidenciar problemas a la hora de dar continuidad a su calidad. Sufrió el equipo de Pellegrini para mantener el pleno de triunfos en el Bernabéu y mantener el pulso por la Liga con el Barcelona.