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El Barça huye de las confianzas para evitar un tropiezo en el derby catalán

  • El Espanyol se mantiene invicto en el Camp Nou en las últimas tres temporadas
  • Los de Pep Guardiola afrontarán el encuentro un día antes de viajar a Abu Dhabi

Sigue en vivo el partido. Sábado 20:00 horas en RTVE.es

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El Espanyol sueña con el milagro

El Barça, sin Leo Messi, no se fía del mal momento del Espanyol, que encadena cuatro derrotas consecutivas en la Liga, aunque se mantiene invicto en el Camp Nou en las últimas tres temporadas, en las que ha conseguido dos empates y una victoria.

Los barcelonistas, después de aquel doloroso empate (2-2) en la temporada 2006-07 que les supuso prácticamente despedirse de la Liga cuando lo tenían todo a su favor, saben que tienen una cuenta pendiente con los blanquiazules, que no han podido saldar.

En las últimas tres temporadas se ha repetido el mismo guión en el Camp Nou. El Barça llega a la cita como incuestionable favorito y después el Espanyol es quien sorprende. Ocurrió en el referido 2-2, en el empate sin goles de la 2007-08 o en la victoria del año pasado (1-2), después de una gran actuación de Iván de la Peña, que puso fin a una racha de 26 años sin victorias de los blanquiazules en el feudo azulgrana.

Por eso el Barça está avisado y no afrontará el partido con confianzas. Los de Pep Guardiola afrontarán el encuentro un día antes de viajar a Abu Dhabi, donde intentará cerrar el círculo virtuoso con su sexto título de la temporada si es capaz de ganar el Mundial de Clubes.

Ante el Espanyol y, por precaución, Guardiola no podrá contar con Leo Messi, lesionado en Kiev. La baja del mejor jugador del mundo abre muchas posibilidades en la alineación.

Iniesta podría abandonar su puesto en la banda derecha y jugar como medio, donde compartiría posición con Xavi Hernández y, seguramente, con Touré Yayá, que no jugó ante el Dinamo.

En ataque, la posición de Messi por la derecha podría ser ocupada por Pedro. Zlatan Ibrahimovic sería la referencia en ataque, mientras que Thierry Henry tiene muchos números para jugar por la izquierda. En defensa, Alves y Abidal tienen garantizada su presencia en los laterales; mientras que en eje defensivo, Guardiola baraja diferentes opciones.

La inercia del Espanyol es diferente

Los blanquiazules llegan al derbi en una situación muy delicada después de encadenar cuatro derrotas consecutivas y con numerosos problemas por las lesiones de jugadores importantes en los esquemas de Mauricio Pochettino.

El conjunto blanquiazul, que había encontrado una filosofía de juego y un estilo, ha perdido su identidad en menos de un mes. La escuadra españolista, que ha tenido problemas ofensivos desde que comenzó el campeonato, ha perdido la fortaleza en defensa y la velocidad y la movilidad en los compases finales.

Pochettino, a quien muchos señalan como el artífice de la salvación la pasada temporada, vive sus momentos más complicados desde que se hizo cargo del equipo en enero. El técnico parece un poco confundido, como demostró el pasado domingo en su alineación, aunque espera volver a dar el golpe en el Camp Nou.

El Espanyol afronta el partido con mucha desventaja, ya que anímicamente anda justo y futbolísticamente escaso de ideas. Sin embargo, en las últimas temporadas ha sabido plantarle cara al conjunto azulgrana y éste es el principal argumento para los blanquiazules.

Uno de los problemas para Pochettino es que llega sin algunos de sus jugadores importantes como David García, sin recambio natural en el equipo, Fernando Marqués, el futbolista más eléctrico, y los dos referentes de los últimos años Iván de la Peña y Raúl Tamudo, ausentes por culpa de las lesiones.

El entrenador confiará en Joan Verdú, el único jugador, con permiso de Javi Márquez, con cierto criterio para gobernar al equipo desde la medular. La gran duda es saber cuál será el centro del campo ante el conjunto azulgrana. Forlín o Baena son las opciones de Pochettino.

El Espanyol espera renacer y dar la campanada en territorio comanche. La situación del equipo comienza a ser preocupante y necesita un resultado positivo para rearmarse tanto anímica como futbolísticamente. Pochettino apela al espíritu y a la casta para lograrlo.