Lobos con piel de cordero en Old Trafford

• El Wolverhampton cayó (3-0) ante el United con una alineación discutida
• Arsene Wenger (Arsenal) acusa a los 'Wolves' de devaluar el campeonato

El Manchester United ha ganado sin problemas al Wolverhampton.

La polémica está servida en la Premier. La derrota del Wolverhampton en Old Trafford ante el Manchester United (3-0) ha escocido a alguien más, aparte de a los aficionados de los 'Wolves'. El entrenador del Arsenal, Arsene Wenger, acusa al equipo de dañar la credibilidad de la Premier League.

Los 'Lobos' (traducción al castellano de 'Wolves') que la jornada previa derrotaron al Tottenham se tornaron en corderos ante el United, a juicio de Wenger. El motivo, los diez cambios en la alineación titular entre uno y otro equipo.

Tras el empate del Arsenal ante el recién ascendido Burnley (1-1), Wenger se quejó amargamente de que su equipo tendría que resolver un partido más que el United, en referencia al paseo que supuso para los de Ferguson su victoria ante el Wolverhampton.

"Creo que es un problema para la credibilidad internacional de la Premier, pero no es mi problema sino de la Premier League", dijo el entrenador francés a la BBC. El conjunto de Londres está inmerso en la persecución al Chelsea junto al United, y los resultados perjudican sus aspiraciones.

La Premier tampoco ha sido ajena a la polémica, sino que hizo llegar sus observaciones el mismo miércoles al recién ascendido Wanderers y asegura en un comunicado que esperará a recibir las alegaciones del club de Wolverhampton antes de decidir si emprenden acciones.

El entrenador del Wanderers, Mick McCarthy se justificó alegando que el apretado calendario de competición le obliga a disponer de su plantilla para otros compromisos y que los aficionados 'Wolves' lo entenderían cuando derrotaran al Burnley el domingo.

No se sabe si lo entenderán el domingo, pero ya el mismo miércoles los aficionados de Wolverhampton desplazados a Old Trafford cantaron "We want our money back" ("que nos devuelvan el dinero"), tras la derrota que les coloca terceros por la cola.