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España se queda con las ganas

  • La selección femenina de balonmano pierde 26-31 ante Noruega
  • La superioridad física de su rival fue la clave del triunfo
  • Dueñas: "Es un orgullo lo que el equipo ha realizado en este Campeonato"

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La española Marta Mangue trata de anotar un tanto frente a las noruegas Marit Frafjord y Karoline Breivang durante el partido por el tercer puesto en el Mundial de balonmano femenino.
La española Marta Mangue trata de anotar un tanto frente a las noruegas Marit Frafjord y Karoline Breivang durante el partido por el tercer puesto en el Mundial de balonmano femenino.

Ficha técnica:

26 - España

(9+17): Ciobanu, Begoña Fernández (3), Pinedo (1), Marta Mangué (5, 3p), Beatriz Fernández, Oncina (2), Barnó (1), Cristina González, Carmen Martín (3), Nely Carla (5, 3p), Cuadrado (1), Macarena Aguilar (5) y Benzal.

31 - Noruega

(15+16): Grimsbo, Alstad, Loke (2), Nostvold (3), Breivang (1), Lunde-Borgensen (6), Johansen (1), Frafjord (7), Larsen, Haraldsen, Riegelhuth (4, 2p), Stange (1) y Herrem (6).

Árbitros:

C. Marina (ARG) y D. Minore (ARG).

Incidencias:

Partido correspondiente a la lucha por la medalla de bronce del Mundial de balonmano femenino disputado en el Centro Olímpico de Nankín (China) ante unos 10.000 espectadores.

La selección española femenina de balonmano se quedó a las puertas del podio, tras perder el partido valedero por el tercer puesto, 26-31, ante una Noruega que se mostró muy superior y que no dio opción alguna.

La superioridad física de las noruegas, en altura y fuerza, fue fundamental en un partido en el que las jugadoras españolas estuvieron faltas de esa chispa que les permitió acceder, por primera vez en un Mundial, a la lucha por las medallas.

La fuerte defensa noruega disminuyó, casi a mínimos, la efectividad de los lanzamientos exteriores españoles, mientras que la defensa española no se mostró tan compacta y correosa como en partidos anteriores.

Anulada Begoña Fernández como pivote, todo quedó a expensas del tiro exterior y de la casta de jugadoras como Marta Mangué, muy vigilada durante todo el partido.

Tras el 9-15 con el que llegó al descanso, la selección española consiguió un parcial de 2-0, 11-15, que hizo que se avivaran ligeramente las ascuas de una posible victoria, pero fue apenas un brillo, un resplandor, un leve reflejo, porque las jugadoras noruegas siguieron con su gran efectividad en el tiro.

España, al menos, se liberó de las ataduras de la presión en el segundo tiempo e intentó jugar de tú a tú a la actual campeona olímpica y de Europa. Al final, el combinado nacional se quedó con la miel en los labios de la medalla de bronce, pero el cuarto puesto conseguido, que se valorará en unos días en su justa medida, es toda una hazaña.

Dueñas, orgulloso y decepcionado

Así, el técnico de la selección nacional de balonmano femenino, Jorge Dueñas, indicó que era "un orgullo lo que el equipo ha realizado en este Campeonato del Mundo". Pese a lograr la mejor clasificación de la historia, el seleccionador reconoció que ha sido "un palo muy importante" el no poder acabar en el podio tras caer en semifinales ante Francia y en este último encuentro frente a Noruega, campeona olímpica y europea.

 "Se lo había dicho antes del partido, y se lo he repetido ahora. Es un orgullo lo que el equipo ha realizado en este Campeonato del Mundo. Las he felicitado por el gran trabajo hecho, trasmitiéndolas que derrotas como las de hoy o como la del viernes ante Francia que supuso una gran decepción, debe servirnos para madurar. Se ha escapado una oportunidad de oro para poder haber repetido estar en el podio, pero ahora hay que mirar hacia delante", manifestó.

"Creo que había un exceso de euforia y la derrota con Francia nos cortó todas las esperanzas. Las jugadoras han tenido mas dudas de conseguir el bronce", manifestó Dueñas, quien lamentó que ante las nórdicas no supieran frenar el choque y cometieran imprecisiones que resultaron letales.

"Aunque no estábamos mal en defensa, perdimos el rumbo en acciones impropias. Jugadoras con mucha experiencia, incluso en superioridad, optaron por la peor elección. Que duda cabe que en situaciones adversas la experiencia debe servir para dar un poso al partido y aportar serenidad. Pero en estos siete fatídicos minutos no logramos ni eso", reconoció.

El técnico español admitió que en el segundo periodo tuvieron opciones de 'engancharse', pero explicó que a sus pupilas les "faltó el acierto necesario para haber peleado en los minutos finales por la medalla".

Con la dureza que supone no haber podido subir al podio, pero con la satisfacción del Mundial realizado, Jorge Dueñas volvió a sincerarse con las jugadoras en una larguísima charla en el vestuario.