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Las horas más bajas de Raúl

  • El capitán del Madrid cada vez cuenta menos para Pellegrini
  • Su mala racha coincide con los 15 años en el primer equipo

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Raúl vive sus peores momentos en el Madrid.
Raúl vive sus peores momentos en el Madrid.

El pasado 29 de octubre se cumplieron 15 años del debut de Raúl en el Real Madrid. Desde entonces, el 7 del Madrid ha llevado su nombre sin discusión. Pero últimamente el capitán pasa por sus horas más bajas e, incluso, ha tenido que ceder el brazalete a Iker Casillas. ¿El motivo? No juega.

La última vez que Raúl salió en el once inicial del Madrid fue ante el Zúrich en Champions, un rival a priori fácil y que no exigía mucho. Aun así, el regreso de Cristiano Ronaldo tras un mes de lesión eclipsó su vuelta al equipo titular.

Resulta paradójico en un hombre que permanece en lo más alto de los ránkings goleadores con el Madrid. En enero comenzó el año igualando en Los Pajaritos de Soria el récord de Di Stéfano de 307; actualmente lleva 321. Además, sigue siendo el máximo goleador de la Champions League con 66 goles y de la selección con 44.

Lleva 724 partidos con el Madrid, 534 en Liga, donde batió en septiembre el récord de Sanchís con la elástica blanca. Partido a partido supera sus propias marcas, pero los números, esos que antes le avalaban, ahora resultan engañosos.

"Raúl es un líder", decía hace unos días su actual entrenador, Manuel Pellegrini. También decía hace un mes que el capitán era "titularísimo" para defender su gestión del vestuario. Pero lo cierto es que el chileno está cumpliendo con lo que se auguraba de él, que iba a ser el hombre encargado de iniciar el relevo del 7, sobre todo después de la marcha de Míchel Salgado.

Y eso que empezó la temporada marcando el primer gol de su equipo en Liga, ante el Depor, y provocando el penalty que supuso el primero de Cristiano Ronaldo. Incluso protagonizó partidos de los de antes, en que sacaba las castañas del fuego a sus compañeros como ante el Valladolid, en una goleada engañosa (4-2) en la que el Madrid sufrió más de lo que aparenta el marcador. Ahí estaba Raúl para marcar dos goles decisivos.

El fuego que se consume

Pero fueron chispazos de un fuego que parece empezar a consumirse. De los 14 partidos jugados en Liga, sólo seis han sido como titular para un total de 682 minutos, la última vez ante el Sporting el 24 de octubre. Casillas, que ha jugado todos los minutos, lleva 1.412. En Champions los números de Raúl son similares, puesto que sólo ha sido titular en tres de los seis partidos de la fase de grupos.

Cinco goles en total, tres en Liga y dos en Champions. Con ese promedio está muy lejos de volver a firmar los 18 goles ligueros con que terminó la temporada pasada.

Significativo fue el abrazo que se dio en el Vélodrome de Marsella con su amigo Morientes, éste en el Olympique. El problema es que el abrazo se lo dieron calentando en la banda.

Y en Copa... ¿ha sido la Copa la tumba de Raúl? El capitán fue el único que dio la cara tras la eliminación ante el Alcorcón, de Segunda B. Cuando todos pedían la cabeza de Pellegrini, el líder del vestuario salió a defender a su entrenador públicamente: "Pellegrini está capacitado".

El "premio" ha sido que desde entonces ha acumulado las suplencias y ha visto cómo Benzema e Higuaín cuentan para Pellegrini antes que él.

La selección añorada

La selección, su segundo hogar, también le cierra las puertas. Unas puertas que parecían abrirse de nuevo con la llegada de Vicente del Bosque. Ahí siguen sus 44 goles, pero ahí está también David Villa en racha y a solo nueve de él.

El año empezó con Del Bosque reconociendo su buen momento: "Nunca diré que Raúl no va a volver". Empezaba la temporada y el 7 aguantaba el tirón de los nuevos galácticos. El seleccionador reconoció en un acto solidario que su hijo le pedía que convocara a Raúl.

Pero las sonrisas dejaban paso al "dolor", en palabras del propio del Bosque, por no poder convocarlo. Ése puede ser el resumen del año 2009 para Raúl, un año en que ha pasado de los elogios al olvido de todos. De todos menos de los incondicionales que le aplauden cada vez que sale a calentar en la banda del Bernabéu, donde últimamente se le ve muy a menudo.