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Osasuna frena las aspiraciones del Madrid

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Ronaldo dispara ante la presión de Patxi Puñal.
Ronaldo dispara ante la presión de Patxi Puñal.

Ficha técnica:

0 - Osasuna: Ricardo; Azpilicueta, Roversio, Miguel Flaño, Monreal; Juanfran (Rúper, m.79), Puñal, Nekounam, Camuñas (Calleja, m.92); Pandiani y Aranda (Masoud, m.63)

0 - Real Madrid: Iker Casillas; Sergio Ramos, Albiol, Garay, Arbeloa; Lass, Xabi Alonso, Marcelo (Granero m.82); Van der Vaart (Benzema, m.63); Cristiano Ronaldo e Higuaín (Raúl, m.72).

Árbitro: Mateu Lahoz (Comité Valenciano). Amonestó a Nekounam (m.33), Pandiani (m.43) y Masoud (m.74), de Osasuna, y a Arbeloa (m.36), Sergio Ramos (m.70) y Lass (m.75), del Real Madrid.

Incidencias: Partido de la decimosexta jornada de Liga disputado en el estadio Reyno de Navarra ante 18.585 espectadores. Encuentro declarado de ayuda al club, fuera de abono, por lo que los socios pasaron por taquilla. Terreno de juego rápido por la lluvia caída.

El Reyno de Navarra ha frenado las aspiraciones de liderato del Real Madrid, que no ha sabido como superar al trabajado Osasuna de Camacho en un partido tan intenso como falto de goles.

Tras el empate del Barcelona ante el Villarreal, una victoria blanca habría convertido los tres puntos en el mejor regalo de Reyes para el madridismo. Después de un 2009 glorioso para los azulgrana, empezar en lo más alto en 2010 habría supuesto toda una inyección de moral. Pero el tropiezo en el Camp Nou se repitió en Pamplona y todo sigue igual.

El arranque del partido fue esperanzador. La intensidad en ambos equipos presagiaba un gran choque, con el Madrid buscando el gol y Osasuna bien plantado en su parcela. Los de Camacho sabían como recibir al explosivo equipo blanco e impidieron que los de Pellegrini llegaran con velocidad.

El juego estático no beneficiaba a los blancos, que cedieron terreno al rival para buscar la velocidad por las bandas. Pero los 'rojillos' no presentaban fisuras y los erráticos disparos lejanos de Albiol y Van der Vaart apagaron la sensación de peligro de los primeros minutos.

Cada vez más cómodo, el equipo de Camacho se hizo con la posesión del balón y buscó el gol por medio de Aranda, que conectó bien con Camuñas para incordiar a la defensa blanca.

La mejor ocasión de la primera parte fue para los 'rojillos', cuando Casillas sacó bajo palos un certero remate de Nekounam. Arbeloa evitó el gol de Pandiani, que tenía el 'rifle' preparado para apuntillar al equipo blanco.

Segunda parte de infarto

Tras veinte minutos de inactividad de cara al gol, el Madrid volvió al ataque desde el arranque de la segunda mitad, con un disparo de Marcelo que detuvo bien Ricardo. Las bandas fueron las puntas de lanza merengues en busca del gol, tanto por Ramos como por Ronaldo, que buscaba hacer daño con su velocidad por ambos laterales.

Pero el gol no llegaba y el partido se rompió por completo. La última media hora de partido fue un carrusel de oportunidades por parte de ambos equipos. La falta de claridad se suplió con el coraje que parece imprimir el estadio navarro a todos sus choques.

El equipo de Pellegrini perdió la paciencia en el juego de toque y buscó el gol a través de la verticalidad de Higuaín. Sin embargo, el 'Pipita' no tuvo su mejor día y se topó con una milagrosa mano de Ricardo en la mejor oportunidad de su equipo en todo el partido.

Los errores defensivos del Madrid permitieron soñar a Osasuna. Una cantada de Casillas estuvo a punto de ser aprovechada por Pandiani y un mal despeje de Ramos encendió las alarmas blancas. Fueron los dos únicos errores de una buena defensa liderada por el seguro y discreto Garay.

Ante la falta de gol, Pellegrini dio entrada a toda la artillería que tenía en el banquillo, pero ni Benzema, ni Raúl ni Granero supieron encontrar el camino hacia la victoria. El francés lo intentó en dos ocasiones con disparos cruzados pero el luminoso no se movió.

El final del partido, con dos córners incluidos en el descuento, terminó por desconcertar a un Madrid poco acostumbrado a despedirse sin anotar y elevó la moral del equipo local, que celebró el punto como si de una victoria se tratase.