El Atlético ahoga sus penas en goles
- Se redime de su derrota copera tras doblegar (0-4) a un Valladolid muy inferior
- Jurado, Forlán, Reyes y Agüero que reapareció, fueron los autores de los goles
El Atlético de Madrid, que no ganaba desde hace catorce años en Zorrilla, se regeneró y consiguió redimirse hoy de su derrota copera del miércoles tras doblegar (0-4) a un Valladolid muy inferior, que nunca dio la sensación de poder plantear combate alguno. [Estadísticas del partido]
La necesidad marcaba la cita entre dos equipos a los que acechaba la amenaza de los puestos de descenso. En el Atlético, la vuelta de Sergio "Kun" Agüero aportaba una "centella" de ilusión, pero empezó en el banquillo y, de hecho, el uruguayo Diego Forlán fue hoy el único punta nato vestido de rojiblanco inicialmente.
Después de que esta semana Quique Sánchez Flores criticara la profesionalidad de algunos de sus futbolistas, al Atlético se le iba a mirar con lupa y, sobre todo, en defensa. Sin embargo, Álvaro Domínguez y el colombiano Luis Amaranto Perea estuvieron mucho más sólidos de lo que acostumbra a estar el centro de la zaga "colchonera".
En el Real Valladolid, que contaba con la baja del angoleño Manucho, preparando con su selección la Copa de África, volvió a ponerse de manifiesto que Diego Costa es su mejor, y muchas veces única, arma ofensiva.
Fue activo, abierto y dinámico el comienzo del partido entre dos equipos con poco rigor táctico y muy audaces. Así, con la defensa local muy adelantada, demasiado, el sevillano José Antonio Reyes aprovechó el "agujero" habitual de los locales en el lateral derecho para darle el 0-1 a José Manuel Jurado (min. 16).
Reyes, hoy en su banda natural, la izquierda, fue de lo mejor de un Atlético que en el minuto 31 ampliaba su ventaja después de un pase en profundidad de Raúl García que el uruguayo Diego Forlán, tras porfiar con Nivaldo Santana, cruzó ante la salida de Justo Villar (0-2).
El Atlético, ayudado por la efectividad en sus dos llegadas, mostró hoy su cara más competitiva, presionó y jugó con notable aplicación ante un Valladolid atascado y sin sitio que, además, tuvo que prescindir de Nauzet Alemán por problemas físicos.
Los de Quique jugaron cómodos ante un Valladolid precipitado e inocuo en ataque. Sergio Asenjo no tuvo que emplearse a fondo en toda la primera parte. No le hizo falta exhibir sus virtudes ante la afición que le vio crecer y que hoy le aplaudió.
En la reanudación, el Valladolid lo intentó con más ardor que inteligencia y criterio futbolístico. No asustó a nadie. Los madrileños seguían a lo suyo y sólo un disparo de Marquitos inquietó mínimamente a Asenjo.
Reyes, que no marcaba en Liga desde su último partido con la camiseta del Real Madrid, consiguió un gol para enmarcar en el minuto 58. El jugador de Utrera culminó su gran partido con un disparo seco y lejano ante el que Justo Villar sólo pudo oponer una "estirada" tan plástica como estéril.
La grada sólo se "calentó" con una tarjeta de Iturralde a Marquitos por simular un penalti que pareció claro. El árbitro vasco no es precisamente talismán para el Valladolid que ya lleva diez años sin ganar un partido de Liga con este colegiado.
El partido fue deslizándose camino del final con más opciones de gol para un Atlético de Madrid que hoy se sintió liberado tras una semana difícil. Un Valladolid, hoy indolente y desorganizado, acudió en su rescate. Es más, facilitó el 0-4, obra de Agüero, cuando el encuentro ya "agonizaba".