Primera eliminación de la Era Guardiola
- El Barça queda eliminado en octavos de la Copa ante el Sevilla
- El equipo podrá centrarse ahora en la Liga y la 'Champions'
- Pep reconoce que no son invencibles y pretende aprender de los errores
Se terminó. La racha inmaculada de Pep Guardiola al frente del Barcelona se manchó por primera vez al quedar eliminado su equipo de la Copa del Rey, primera competición que pierde el técnico de Santpedor desde que dirige al hexacampeón.
El Sevilla, tras tumbar a los azulgranas en los octavos de final la competición del KO, tiene motivos para mostrarse ufano, pues el Barça no perdía una eliminatoria desde el 29 de abril de 2008, cuando quedó eliminado ante el Machester United en las semifinales de la Liga de Campeones.
Sin embargo, de todas las derrotas se aprende. Pep fue el primero en reconocer su culpa y en asumir su responsabilidad por las probaturas que realizó en el equipo en el partido de ida ante los hispalenses. "Con la plantilla que tengo no he sabido llevarla más lejos", afirmó el técnico, dando a entender que era muy difícil enmendar el resultado del Camp Nou.
El entrenador alabó además la actitud de sus jugadores en el Sánchez Pizjuán. En la segunda parte del encuentro, el Barça desplegó un futbol de ataque y agresivo contra un gran equipo que le permitió ganar el partido, aunque perdiera la eliminatoria. Esos 45 minutos fueron arrolladores, una de las mejores muestras de lo que es capaz de hacer este equipo.
Otra de las lecturas positivas de la eliminación para los azulgranas es la carga excesiva de partidos que se quitan de encima al no tener que seguir disputando el torneo copero. De haber seguido en la competición, el Barça tendría que haber afrontado dos partidos extra (si hubiera pasado a cuartos) e incluso cuatro (de haber llegado a las semifinales) en menos de un mes.
Olvidarse de la Copa para centrarse en Liga y Champions
Sin contar con sus internacionales africanos (Touré Yayá y Keita) y con otras competiciones en marcha, ello supone un sobreesfuerzo que podría haber acabado pasando factura en forma de lesiones y apartando al conjunto de sus verdaderos objetivos: la Liga y, por encima de todo, la Liga de Campeones, con el aliciente de llegar y ganar una final que se jugara en el Bernabéu.
Ahora Guardiola tendrá más tiempo para planificar sus partidos ligueros e ir preparando los octavos de final de la Champions, que empieza a disputar contra el Stuttgart el 23 de febrero. Mientras mantenga su buen juego, el equipo no debería preocuparse en exceso por haber sacrificado la Copa.
Ganar títulos depende en una parte muy importante de la suerte. El hexacampeón no la tuvo de su lado ante el Sevilla. Haya agotado o no su fortuna, lo que está claro es que su juego sigue siendo espectacular y su plantilla una de las más temidas de Europa. El sábado que viene podrá realizar su primera enmienda ante los Sevillanos, a los que vuelve a recibir en el Camp Nou.