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En busca del linier que eliminó a España

  • El ex portero Koke Contreras viajará en barco de vela hasta Trinidad y Tobago
  • De allí es Michael Ragoonath, el linier del España-Corea del Mundial de 2002
  • El colegiado anuló un gol legal que nos hubiera dado el pase a semifinales

Más información en:Más información en: Mundial de Fútbol de Sudáfrica

Por
Contreras, en busca del linier maldito

La aventura en la que se ha embarcado el ex portero internacional Pedro Contreras, 'Koke', es una singladura rocambolesca: realizar un viaje de más de 3.300 millas náuticas (6.445 kilómetros) en un barco de vela para localizar a Michael Ragoonath.

"¿Y quién es este hombre se preguntarán? Pues Ragoonath fue uno de los linieres que arbitró el partido de cuartos de final de la Copa del Mundo de Fútbol de 2002.  España, incapaz de romper la maldición que le impide pasar más allá de esta ronda, perdió ese encuentro en los penaltis ante Corea del Sur.

Sin embargo, la historia pudo haber sido otra si Ragoonath no hubiera anulado un gol perfectamente legal en la prórroga que hubiera supuesto la clasificación, porque regía la norma del gol de oro. Joaquín asistió a Morientes para que éste marcara pero el linier levantó el banderín de forma errónea, indicando que el balón había salido por la línea de fondo antes de que el centrocampista andaluz asistiera a su compañero.

No iremos allí a darle regalos

"Fue terrible", asegura el ex portero del Madrid, el Rayo y el Málaga entre otros, y que en esos momentos estaba en el banquillo de una "Roja" que dirigía Camacho. "Tuve la desgracia de vivirlo 'in situ',  es cierto que estaba a 50 metros de donde se produjo la jugada pero, tras ver a mis compañeros me di cuenta de la injusticia que se había producido. Nos barraron el paso a semifinales. Aún me hierve la sangre al recordarlo".

Fue un partido plagado de polémicas decisiones arbitrales. Ya en el minuto 50 el árbitro anulaba un gol de Rubén Baraja alegando que había hecho falta antes de rematar de cabeza. En los penaltis, el propio Joaquín falló la pena máxima, consiguiendo los coreanos el pase a las semifinales.

Koke quiere contactar ahora con el colegiado, originario de Trinidad y  Tobago. "No sabemos si seguirá viviendo ahí, pero llegaremos hasta el archipiélago caribeño para tratar de localizarlo. Evidentemente no iremos allí a darle regalos, pero queremos respetar el 'Fair Play'. La idea es contactar con él y rememorar ese momento".

Recorrer 6.500 kilómetros en un barco de vela

Ragoonath sirve como motivación para esta aventura pergeñada por Koke, de 38 años. El madrileño partirá el próximo 23 de enero desde el puerto de Benalmádena en un velero (ETAP-39) de 12 metros de eslora y acompañado por Alfonso Manzaneque, un ex componente de la Legión y marino profesional desde 1995 que ha cruzado el Atlántico en nueve ocasiones.

"Calculamos que tardaremos cinco semanas en llegar a nuestro destino, haciendo parada en lugares como Lanzarote o Cabo Verde, donde aprovisionaremos para dar el gran salto. Lo más complicado de esta aventura han sido los preparativos. Calculamos que los gastos rondarán los 25.000 euros,  entre los víveres, un motor auxiliar de 28 cavallos, el acondicionamiento del barco, la compra de un generador éolico y la adquisición de un teléfono satélite y un Ais, una especie de transponedor que permitirá conocer en todo momento dónde está la embarcación.

Para llegar a buen puerto en esta aventura Koke ha estado buscando patrocinadores. "No es un momento muy buen para ir pidiendo puerta por puerta dinero. Sólo hemos logrado recaudar la mitad del dinero invertdo. Algunos nos han ayudado pagando en especie, también tenemos el apoyo del Ayuntamiento de Benalmádena y del Patronato de Turismo de Málaga entre otros".

La afición marinera le viene a este madrileño de familia porque su padre ya era capitán de Marina Mercante. En el año 2001 hizo un curso de vela en un pantano de Madrid y al fichar por el Málaga cayó en sus manos un catamarán de 5 metros (dos cascos y una red) con el que empezó a navegar por la Costa del Sol. "El dueño tuvo un infarto y se quiso desprender de él. Yo lo compré y empecé a profundizar en la navegación marina".

Ahora Koke tendrá la oportunidad de poner sus conocimientos a prueba. El Océano Atlántico lo espera. Ragoonath también.