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La renacida España quiere un triunfo decisivo para alcanzar las semifinales

  • La selección ya podrá contar con Sierra como portero tras la lesión de Sterbik
  • Polonia, medalla de bronce en el Mundial de Croacia 2009, es un duro rival

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El extremo izquierdo español, Juanín García, durante el partido contra Francia.
El extremo izquierdo español, Juanín García, durante el partido contra Francia.

La selección española de balonmano tratará de arrancar la segunda fase con un triunfo sobre Polonia, que podría ser decisivo para alcanzar las semifinales del torneo, en un encuentro en el que el combinado nacional podrá contar con el portero José Manuel Sierra, que sustituirá al lesionado Arpad Sterbik [España-Polonia, domingo, 18:30h, en TDP y RTVE.es].

La presencia del cancerbero del Pevafersa Valladolid acabará con la incertidumbre que ha creado en las dos últimas jornadas la posibilidad de una lesión de José Javier Hombrados, lo que hubiera obligado a la selección a utilizar a un jugador de campo como portero.

Una noticia que acrecienta el optimismo del conjunto español, que encara la segunda ronda como líder del grupo con un total de tres puntos, los mismos que acumulan Francia y Polonia, por lo que un triunfo abriría de par en par las puertas de las semifinales a la selección.

No obstante, los internacionales españoles son conscientes de las dificultades que entraña derrotar a un rival como el dirigido por el ex jugador del Barcelona Bogdan Wenta, que cuenta con temibles cañoneros como Karol Bielecki o los hermanos Lijewski.

Aunque la primera línea no es únicamente el punto fuerte del cuadro polaco, medalla de bronce en el pasado Mundial de Croacia 2009, que cuenta con una excelente portería, en la que destaca el cancerbero del Rhein Neckar Lowen alemán, Slawomir Szmal.

Sin olvidar a los extremos Mariusz Jurasik, considerado como uno de los mejores exteriores derechos del Mundo, y Tomasz Tluczynski, uno de los nueve jugadores de la selección polaca que militan en la poderosa Bundesliga alemana.

Nómina en la que también figura el pivote Bartosz Jurecki, otra de las piezas claves del conjunto eslavo, uno de los máximos favoritos en cualquier competición desde que se proclamó subcampeón del Mundo en el año 2007 en Alemania.

Un compacto equipo que presenta como principal novedad la inclusión del central Kielce Tomasz Rosinski, del Vive Targi, fundamental en los triunfos sobre Alemania (27-25) y Suecia (27-24) en la primera fase.

Pero España ya ha demostrado, con la remontada que protagonizó el viernes ante la todopoderosa Francia, que está en disposición de pelear con cualquiera, máxime cuando gracias a las rotaciones efectuadas por Valero Rivera todos los jugadores llegan frescos a la fase decisiva.

Descansados y, sobre todo, confiados tanto en sus posibilidades como en el sistema de juego propuesto por el seleccionador, que ha permitido a España, como bien pudieron comprobar en la primera fase la República Checa (37-25) y Hungría (25-34), mostrar el balonmano más bonito y efectivo del campeonato.