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España sufre ante Polonia su primer revés en el Europeo de balonmano

  • Los de Valero Rivera han caído 32-26 en el primer partido de la segunda fase
  • La selección ha perdido la solidez defensiva de los primeros partidos
  • Con este resultado, España se complica sus aspiraciones y se coloca tercero

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El polaco Patryk Kuchczynski celebra un tanto ante la impotencia de los jugadores españoles.
El polaco Patryk Kuchczynski celebra un tanto ante la impotencia de los jugadores españoles.

Ficha técnica:

32 - Polonia: Szmal; Jurasik (5), Marcin Lijewski (-), Jaszka (3), Bielecki (-), Tluczynski (3, 2p) y Bartosz Jurecki (6) -equipo inicial- Wyszomirski (ps), Krysztof Lijewski (3), Kuchczynski (2), Jachlewski (2), Siodmiak (1), Zoltak (1), Michal Jurecki (3), Jurkiewicz (-) y Rosinski (3)

26 - España: Hombrados; Víctor Tomás (3), Gurbindo (-), Prieto (1), Ugalde (-), Morros (-) y Raúl Entrerríos (2) -equipo inicial- Sierra (ps), Alberto Entrerríos (2), Garabaya (1), Aguinagalde (2), Juanín García (3), Romero (8,7p), Malmagro (4), Chema Rodríguez (-) y Aguirrezabalaga (-)

Marcador cada cinco minutos: 3-2, 5-3, 7-5, 9-6, 12-7 y 13-9 (Descanso) 16-12, 21-16, 25-18, 27-21, 30-23 y 32-26 (Final)

Árbitros: Olersen y Pedersen (Dinamarca). Excluyeron por dos minutos a Siodmiak (2), Bartosz Jurecki (2) y Zoltak por Polonia; y a Chema Rodríguez y Prieto por España.

Incidencias: Encuentro correspondiente a la primera jornada del Grupo II del Campeonato de Europa de Austria 2010 disputado en el Olympiahalle ante unos 7.000 espectadores. Antes del inicio del encuentro se guardó un minuto de silencio en memoria del internacional alemán Oleg Velyky fallecido en la noche del viernes a causa de un cáncer.

La selección española de balonmano dio un paso atrás en sus aspiraciones de alcanzar las semifinales del Campeonato de Europa, tras perder por 32-26 ante Polonia, en un encuentro en el que careció en ataque de la paciencia que tan buenos resultados la había dado hasta ahora.

Los buenos resultados cosechados en la primera fase, así como la temible primera línea del conjunto polaco, que el seleccionador español Valero Rivera considera la mejor del torneo, propiciaron que España volviera a apostar por una defensa 5-1 muy profunda, aunque esta vez con Cristian Ugalde en el puesto de avanzado.

Una solución, que al menos de salida, sirvió para contener a los cañoneros polacos, aunque lástima, no para frenar al pivote Bartosz Jurecki, que no desaprovechó los espacios dejados por el entramado defensivo para perforar una y otra vez la portería española.

Curiosamente, y pese al gigantesco muro que compone el centro de la defensa polaca, el juego ofensivo de España se canalizó por el pivote Julen Aguinagalde, que con los tres penaltis que forzó de inicio, mantuvo vivo al equipo en el marcador (5-4).

Sin embargo, España no logró nunca en ataque la continuidad necesaria ni con Raúl Entrerríos, que actuó al principio, ni con Chema Rodríguez en la dirección. Un problema que no tardó en traducirse en constantes pérdidas, que permitieron a Polonia poner en práctica sus rápidas transiciones, uno de los temores de Valero Rivera en la previa, que le bastaron para dar un peligroso estirón en el marcador (11-6).

La reacción de España no llegó

La situación se agravó con los errores en el lanzamiento, que hicieron crecer la figura del portero polaco Slawomir Szmal. Por fortuna para la selección española, Polonia no acabó de sacar el máximo rendimiento a tan favorables circunstancias y dejó viva a España, que llegó al descanso con una desventaja de cuatro goles (13-9), que permitían soñar con la reacción.

Una reacción que tampoco llegó con el cambio a una defensa 6-0, que se mostró igualmente incapaz de frenar los inteligentes movimientos de Bartosz Jurecki en el pivote. Y eso que el ataque español mostró mejor cara en la segunda mitad con la irrupción de Cristian Malmagro, que con sus lanzamientos exteriores pareció aportar un nuevo argumento al juego español.

Pero este domingo nada les salió a los pupilos de Valero Rivera, que en los segundos treinta minutos no contaron con la indulgencia que mostró Polonia en la primera mitad, y pagaron cada uno de sus errores con goles que permitieron a los eslavos alcanzar los siete tantos de ventaja (25-18) al llegar al ecuador.

La clasificación, sin embargo, no está perdida. La igualdad entre todos los equipos hace presuponer que el pase a las semifinales se decidirá por pequeños detalles, como la diferencia de goles.

Ese detalle no lo tuvo en cuenta el equipo español, que se empeñó en remontar con acciones imposibles, lo que tan sólo sirvió para que Polonia conservase hasta el final su jugosa ventaja (32-26), que complica un poco más si cabe las posibilidades de la selección.