Los problemas en la rodilla tumban a Nadal
- Había perdido las primeras mangas por 6-3 y 7-6 (2) e iba 3-0 en el tercero.
- Ha abandonado tras 2 horas y media. Todos los datos. Las fotos del partido.
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Cabizbajo y empapado en sudor ha abandonado Nadal Australia. Se va de la forma que más le duele, sin poder pelear. Se notaba en su cara. Su gesto preocupado le delataba, había perdido pero había algo peor que eso: la forma en la que lo había hecho.
Abandonó la pista del Rod Laver Arena por el túnel de vestuarios, pero sabiendo que se marcha del torneo por la puerta de atrás.
Sus problemas en la rodilla le han llevado a abandonar el partido cuando marchaba por detrás en el marcador tras ceder los dos primeros sets por 6-3 y 7-6 (2) y tras ir perdiendo 3-0 en el tercero. Fue justo al final de la segunda manga, cuando Nadal pidió atención sanitaria. Se encendieron todas las alarmas y volvieron a sobrevolar la pista viejos fantasmas. Su rodilla derecha volvía a fallar.
El público le recibió con una ovación tras ser atendido por el fisioterauta, pero no fue suficiente. Aunque pierde muchos puntos en el ranking y no podrá defender el título de campeón que consiguió en esta pista el año pasado, Rafa abandonaba minutos después tras reconocer que no podía seguir así.
Ni siquiera se esforzó en disimular. Era la peor forma posible pero el objetivo era evitar agravar todas las molestias que tan castigado le tienen. La temporada está empezando y tiene muchos retos esta temporada, uno de ellos es recuperarse del todo para volver a mostrar su mejor versión.
Durante las 2 horas y media que duró el encuentro, Murray se mostró muy sólido, y el partido se convirtió en una ajustada pela de pegadores. Murray le plantó cara y marcó el ritmo de los dos primeros sets que cayeron de su lado.
El partido estaba cuesta arriba, pero terminó por ponerse peor. En el tercero aparecían las molestias en la rodilla derecha de Nadal, su particular talón de Aquiles que afecta a sus dos principales motores: la movilidad y la confianza. Nadal es un guerrero y muchos puntos caen de su lado porque es un muro que agota física y mentalmente a sus rivales. El problema es que cuando sus piernas no responden, su tenis baja de kilates.
Antes de abandonar, durante los 3 juegos duró el tercer set, daba la impresión de que Nadal no quería desgastarse más. Quería resolver los puntos por la vía rápida para no castigar más sus rodillas. No pisaba con fuerza ni salía con la misma explosividad a la caza de la pelota. Eso suponía tomar más riesgos, pegar más plano y buscar más las líneas. El español lo intentó pero no las encontró. Y por si fuera poco, enfrente había un rival que le exigía y le castigaba a peregrinar de lado a lado de la moqueta azul.
Antes del partido, Toni Nadal tenía claro el guión: "Tenemos que ser más agresivos si queremos ganar y restar más alante". El problema para cumplir con esta filosofía ha sido que Murray no ha dejado de soltar cañonazos. Por eso, "restarle más alante" era jugar a una ruleta sin red que te rescatara en caso de caída. Con Karlovic, Nadal dio un recital al resto y la táctica funcionó, pero el problema es que Murray ha demostrado un nivel muy alto también desde el fondo de la pista.
La madurez de Murray
Murray parece cerca de llegar a su madurez como tenista. Ya es un grande, pero le faltaba un peldaño para ser un verdadero candidato a número uno. Ahora, se enfada menos, corre más y es más polivalente. Ha contratado a Alex Corretja como segundo entrenador para que le guíe en los torneos de tierra batida, su gran asignatura pendiente y por el camino ha ganado esa solidez y capacidad de sufrimiento que tanto caracteriza a los grandes jugadores españoles sobre arcilla.
"Andy es muy talentoso y puede hacer de todo" decía Nadal antes del partido. El escocés tiene además una virtud especial, es capaz de lo que los tenistas llaman "esconder" el golpe, de manera que es difícil leer su juego y anticiparse. Eso se debe a que cambia el movimiento al final y por si fuera poco, su servicio, cada vez más, a base de horas de trabajo, le proporciona más puntos directos: nada menos que 13 en este partido (ver todos los datos del partido).
Con esta victoria Murray sigue su camino hacia delante, sin ceder un sólo set en lo que llevamos de torneo, y lo que es más llamativo, después demostrar que puede con los mejores, incluido Nadal, ese espejo en el que el escocés se ha mirado tanto y que ahora vive una crisis que él podría aprovechar para terminar de escalar en la jerarquía mundial de este deporte.
Murray se medirá ahora con el croata Marin Cilic, primer jugador de esta nacionalidad que logra esa ronda en el Abierto de Australia tras derrotar al estadounidense Andy Roddick por 7-6 (4), 6-3, 3-6, 2-6 y 6-3.