Al mal tiempo, buena cara
- Toda la información de los Juegos, en nuestro especial Vancouver 2010
Algo más de 2.800 personas habitan estos días una pequeña ciudad construida en las laderas de la estación de esquí de Whistler, flanqueada por espesos bosques, nieve y centenares de metros de vallas. Es la Villa Olímpica de Whistler, donde ya se han instalado la mayoría de los atletas españoles que compiten en esquí alpino, de fondo, biatlón y snow, y en la que el pequeño reducto hispano es una fuente de sonrisas¿ pese a la lluvia y la niebla que impiden hasta los entrenamientos.
"Es un sitio un poco aburrido, porque dependes del autobús para desplazarte a cualquier lado y aunque estamos al lado de las pistas de Whistler -donde se celebran las pruebas de esquí alpino y de fondo- hoy hemos tenido que levantarnos a las cinco de la mañana para ir a entrenar", explica Paul de la Cuesta, uno de los cinco representantes españoles en esquí alpino.
La teoría dice que la Villa de Whistler está "a menos de 20 minutos" de las instalaciones deportivas, pero entre pasar unos cuantos controles de seguridad, los desplazamientos en autobuses y los de los remontes que les dejan en lo alto de la montaña, la cosa lleva su tiempo.
Paul y Ferrán Terra son los primeros españoles en competir, si las condiciones meteorológicas no lo impiden, y su primera cita será en uno de los grandes de los Juegos, el descenso masculino, el sábado por la mañana. "A ver si por lo menos podemos ir al desfile y la Ceremonia de inauguración ¿el viernes noche, en Vancouver, a unos 150 km de su Villa-, porque la verdad es que nos haría mucha ilusión, pero no sé si se nos hará demasiado tarde para competir por la mañana", explica Ferrán a rtve.es.
Primeros días accidentados
La llegada de los españoles a los Juegos y sus primeros días de entrenamientos no han dejado de ser accidentados. Paul sufrió una espectacular caída en los entrenamientos del lunes y tiene magulladuras y roces por el cuello y las piernas; el entrenamiento de descenso previsto para el miércoles por la mañana se suspendió por la niebla y la lluvia justo antes de que les tocara bajar a los españoles, y al snowboarder Jordi Font le perdieron en algún aeropuerto una maleta con su tabla y material deportivo. Pero la buena noticia es que la maleta ha aparecido, con todo su contenido dentro. "Por lo menos ayer, el único día que se ha podido entrenar en Cypress Mountain, he podido bajar unas cuantas veces, así que estoy contento", explica.
"La verdad es que las previsiones del tiempo son muy malas, dan lluvia para los próximos días, así que la nieve no va a estar nada bien, pero las pruebas se celebrarán, seguro", asegura.
Rocío Delgado, que compite en esquí artístico, y Carolina Ruiz, en alpino, también eran todo sonrisas mientras enseñaban "su casa" orgullosas. Los españoles que viven en la Villa de Whistler han 'tomado' un pequeño bloque de apartamentos de dos pisos que han cuajado de banderas rojigualdas. "En los apartamentos de arriba están las chicas, abajo nosotros", explica Paul, que pasa la tarde conectado a internet y viendo la tele. "Y aquí al lado tenemos de todo: comedor, lavandería, gimnasio y hasta clínica para que me curen los raspones", afirma.
De momento, por las calles de la Villa se ven pequeños grupitos de atletas descargando material o haciendo footing por los bosques de alrededor. Todos esperan ansiosos la misma cita: el viernes, cuando se da el pistoletazo de salida oficial a Vancouver 2010.