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Vancouver, lista para unos Juegos "que sirvan de inspiración a todo el mundo"

Ver también: Especial Juegos Oímpicos de invierno Vancouver 2010

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Vista aérea del BC Plaza Stadium, donde se inaugurarán los Juegos de Vancouver
Vista aérea del BC Plaza Stadium, donde se inaugurarán los Juegos de Vancouver

En la tarde del 12 de febrero, madrugada ya en España, los ojos de millones de personas estarán puestos en Vancouver. 60.600 personas en el BC Place Stadium, decenas de millones a través de sus televisores o sus ordenadores conectados a internet podrán ver una ceremonia que lleva años preparándose. La de la inauguración de los XXI Juegos Olímpicos de invierno, que pretenden ser "una muestra de la historia de Canadá que sirva de inspiración al mundo entero".

El máximo responsable de una ceremonia que estará muy basada en las diferentes culturas y pueblos que habitan todas las regiones de Canadá será el australiano David Atkins, bailarín, coreógrafo y director de la David Atkins Enterpises, empresa que montó las ceremonias de apertura y clausura de los Juegos Olímpicos de Sydney 2000. A su favor juega que no tendrá que estar, como está estos días buena parte del Comité Organizador, pendiente de la meteorología. Las previsionen anuncian lluvia para la tarde más esperada en Vancouver, pero la ceremonia, por primera vez en la historia de los Juegos de Invierno, será bajo techo.

Ese detalle implica sin embargo un reto nuevo: ¿Cómo se va a encender el pebetero? Para saber la respuesta, evidentemente, habrá que esperar a que se encienda, y todos los preparativos de la enorme fiesta se llevan con el mayor de los secretos. "La boca de los voluntarios que ya han participado en los ensayos y formarán parte de la ceremonia de inauguración está más cerrada que un iglú en plena tormenta de nieve", comentaba sonriendo apenas 24 horas antes del comienzo de la cermonia uno de los miles de voluntarios que ayudan a la prensa y los deportistas a no perderse por Vancouver.

Sólo desfilará la mitad de la delegación española

Así que con los detalles más jugosos guardados bajo siete llaves, sólo queda aferrarse a los números. Un total de 2.762 deportistas (1.660 hombres y 1.102 mujeres) de 82 países competirán durante 17 días en las 15 disciplinas olímpicas que se disputarán en las distintas sedes de los Juegos de Vancouver.

De ellos, 18 son españoles, la segunda delegación más numerosa de la historia de España en los Juegos pero que cuenta con pocas opciones de medalla. La abanderada será la snowboarder catalana Queralt Castellet, que de hecho es, para el Comité Olímpico Español, la mejor opción para subirse al podio, aunque no lo tendrá fácil.

Junto a ella, otros ocho deportistas españoles desfilarán en la ceremonia inaugural. Dado que no todos los deportistas españoles viven en la Villa Olímpica de Vancouver y muchos están en la de Whistler -a dos horas y media-, y  teniendo en cuenta la proximidad de las competiciones, en algunos casos ha sido recomendable que no asistan al desfile inaugural de los Juegos de Invierno.

Tras -o al lado de- Queralt desfilarán los otros snowboarders que representarán a España en la competición olímpica: el ceutí afincado en Málaga Regino Hernández y los catalanes Jordi Font -el español que mejor resultado logró en los Juegos de Turín: cuarto en boardercross- y Rubén Verges.

La andaluza Rocío Delgado, que competirá en el skicross, disciplina del esquí acrobático, completa, junto a su paisana la esquiadora alpina Carolina Ruiz, el grupo de competidores de la Real Federación Española de Deportes de Invierno (RFEDI)

Asimismo, participarán en la Ceremonia Inaugural los tres deportistas de la Federación Española de Deportes de Hielo (FEDH): el catalán Ander Mirambell, piloto de skeleton, así como la canaria Sonia Lafuente y el madrileño Javier Fernández, competidores en patinaje artístico.

Los países desfilarán por el estadio en riguroso orden alfabético, salvo Grecia, que por deferencia a su tradición olímpica siempre sale en primer lugar, y el país anfitrión, Canadá, que desfila el último. Después de que todos los atletas hagan su aparición, vestidos con el uniforme oficial de cada país, será el turno de los discursos: el presidente del gobierno canadiense que dará la bienvenida a todos, el presidente del comité organizador y el presidente del Comité Olímpico Internacional, Jacques Roggue, que a buen seguro que, en un alarde de originalidad, declarará que éstos son 2los mejores Juegos Olímpicos de la historia", como se suele hacer en estas ocasiones.

Muy distinto el panorama de ahora al que se pudo ver una fría mañana de 1924 en la localidad francesa de Chamonix, donde el barón Pierre de Coubertain arrancó, junto a 258 deportistas, el sueño de los Juegos Olímpicos de Invierno. Sin embargo, el sueño de todos sigue siendo el mismo: lograr la gloria olímpica, a ser posible, en forma de medalla.