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Bode Miller, por fin de oro

  • El 'enfant terrible' del esquí estadounidense ha hecho realidad su sueño del oro
  • Hasta ahora habçia ganado cinco medallas olçimpicas pero ninguna dorada

Ver también: Especial: Juegos Olímpicos de Vancouver 2010

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Gold medallist Miller poses during the medals ceremony for the men's super combined alpine skiing during the Vancouver 2010 Winter Olympics
Miller, por fin, con su medalla de oro

Soñaba con un oro olímpico desde hace años, y por fin, en Vancouver, el 'enfant terrible' del esquí estadounidense lo ha conseguido. Después de terminar segundo en el supergigante y tercero en el descenso, el de New Hampshire fue el protagonista de una gran remontada en el eslalom, y terminó imponiéndose en la prueba más completa del esquí alpino -en la que tienen que hacer un descenso y un eslalon, por delante del croata Ivica Kostelic y del suizo Silvan Zurbriggen.

Miller, que ya lleva cinco medallas olímpicas, se saca por fin la espinita de no conseguir nunca hasta ahora un oro en unos Juegos Olímpicos. En Salt Lake city consiguió dos platas, y en Turín no pudo subirse al podio, pero ahora en vancouver se ha desquitado.

El estadounidense esta mañana en la pista de Whistler olvidó los problemas que siempre ha tenido con la prueba de eslalon, que nunca ha sido la suya, y se aprovechó del gran error del noruego Aksel Lund Svindal, que había marcado el mejor tiempo en la primera manga, la del descenso, pero que en el eslalon no terminó al pasarse una puerta.

El mismo error lo cometieron otros de los favoritos para la prueba, como el suizo medalla de oro en descenso Didier Defago, o el español Ferrán Terra, que tras una primera manga en la que terminó en 25 posición se saló en el eslalon cuando marcaba el mejor tiempo de los que habían salido hasta ese momento.

Miller, que el pasado año llegó a anunciar su retirada, fue séptimo en el descenso, pero hizo el eslalon más brillante de todos y remontó hasta la primera posición. El croata Kostelic fue también de los que fue de bien a mejor, en un circuito que había marcado su padre.

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