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Joannie Rochette, la heroína de los Juegos de Vancouver

  • Su madre murió de un ataque al corazón 30 horas antes de la competición
  • La canadiense ha terminado el programa corto en tercera posición
  • Miles de personas han roto a llorar al verla patinar

Ver también: Especial Juegos Olímpicos de Vancouver 2010

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Los Juegos de Vancouver ya tienen su heroína. Se llama Joannie Rochette, y con sólo 24 años ha encogido el corazón de los 14.000 espectadores que abarrotaban el Pacific Coliseum para la primera jornada de competición de patinaje artístico femenino. Y el de decenas de millones más que lo han visto en su casa por televisión o por internet. La joven canadiense ha tenido el cuajo de salir a patinar apenas 30 horas después de que falleciese su madre, que había venido a Vancouver a ver cumplido el sueño de su hjija. Y lo ha hecho arropada por todos los espectadores, que se han puesto en pie en cuanto ha pisado el hielo. Y lo ha hecho dejando escapar las lágrimas cuando ha terminado un programa corto brillante, emocionante y limpio que le ha valido la tercera posición provisional. Mientras esperaba sus notas y miraba al cielo, todos hemos llorado con ella.

Poco ha importado hoy que la surcoreana Yu-Na Kim, gran favorita para hacerse con el oro olímpico, haya bordado su programa corto y se haya alzado con la primera posición provisional. Poco ha importado que otra de las aspirantes, la japonesa Mao Asada, haya acabado a apenas cinco puntos de la surcoreana y que haya realizado un triple axel (un salto que sólo suelen hacer los hombres) de libro. Lo que ha importado es que Joannie ha demostrado tener una cabeza fría como un témpano para conseguir sobreponerse a la súbita muerte de  su madre.

"Las palabras no pueden describir lo que siento", decía la propia Joannie en un comunicado al terminar. Incluso los organizadores de los Juegos han hecho una excepción y han ahorrado a la patinadora canadiense el trago de pasar por la zona mixta, abarrotada de prensa, tras terminar el programa corto. "Ha sido muy agradable sentir el apoyo de toda esa gente. Ha sido una situación difícil de manejar, y de verdad que agradezco a todos su cariño. Esto no lo olvidaré", termina el comunicado.

El calvario de Joannie, que ya contaba en las quinielas de favoritas para esta prueba, empezó la madrugada del domingo en Vancouver. A las seis de la mañana, su padre y su entrenadora irrumpían en la habitación de La Villa que Rochette comparte con Tessa Virtue (que ayer se llevó el oro en danza) para darle la peor de las noticias. Su madre, que llegó la noche del sábado a Vancouver procedente de Quebeq, había muerto es anoche de un súbito ataque al corazón. Apena sunas horas después, rota por el dolor, Joannie anunció que trataría de seguir compitiendo en estos Juegos, "por ella", y se fue a entrenar a la pista del Pacific Coliseum sólo seis horas después, con su padre llorando a lágrima viva en las gradas.

Un programa corto emocionante

Hoy, la canadiense tuvo que salir al hielo la prmera de su grupo, y justo después de que lo hubieran hecho las dos grandes favoritas, Asada y Kim. En el calentamiento el público ya se volcó con ella, y cuando la entrenadora le deseó suerte justo antes de arrancar su programa, las lágrimas comenzaron a asomar en los ojos de centenares de personas.

Joannie hizo sus tres saltos obligatorios limpios, casi perfectos, con música de La Comparsita y un vestuario elegantísimo. Y cuando la joven terminó la fase más difícil de su programa, su expresión revelaba lo que esta chica debe estar pasando estos días. Terminó de patinar aguantando a duras penas las lágrimas, pero en ese momento, cuando alzó los brazos al techo del pabellón, ni ella ni ninguno de los espectadores pudieron contenerlas más. Los comentaristas de televisión sollozaban a moco tendido, la gente se puso en pie y Joannie se convirtió en la nueva heorína de estos Juegos. Ahora le queda el trago de mantener esa posición en el programa libre y salir de Vancouver con una medalla.

Lo normal es que, si mantienen el nivel que han mostrado en el programa corto, la lucha por el oro se centre entre la surcoreana y la japonesa, y las únicas que podrían intentar desbancar a Joannie del podio serían otra japonesa, Miki Ando (cuarta) o la estadounidense Rachel Flatt (quinta).

Las europeas han quedado completamente desbancadas en esta guerra. La mejor nota del programa corto fue para la italiana Karolina Costner (sexta), seguida de la rusa Elena Leonova (séptima) y la georgiana Elene Gedevaneshvili (séptima), pero sus opciones de podio no son muy altas.

Sonia Lafuente, a la final

La española Sonia Lafuente también tuvo que pasar por el trago de ser la primera de la noche en competir, pero la jugada le salió casi redonda. Sonia ha pasado a la final con el puesto 22, y defenderá su programa libre el jueves en la final. "Me ha salido un programa muy bueno, he sacado mi mejor nota en un programa corto, así que estoy muy contenta", decía Sonia a RTVE.es al termianr su actuación, antes de saber aún si se colaría ente las 24 mujeres que disputarán la final.

"He tenido algunos fallitos pero en general me ha ido muy bien. No he notado demasiado los nervios de estar en unos Juegos, para mí esta competición es como cualquier otra, y salir la primera yo creo que incluso me ha beneficiado, he calentado muy bien y no he tenido que ponerme nerviosa esperando que me tocara patinar", terminaba.