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Joannie Rochette, bronce en Vancouver pero oro al coraje

  • La canadiense perdió a su madre 48 horas antes de comenzar la competición
  • El oro se lo llevo la surcoreana Yu-Na Kim, y la plata la japonesa Mao Asada
  • La española Sonia Lafuente terminó en la vigésimosegunda posición

Ver también: Especial Juegos Olímpicos de Vancouver 2010

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Joannie Rochette, la heroína de los Juegos, se lleva el bronce

Joannie Rochette había seguido adelante en estos Juegos por su madre y a ella ha sido a quien ha dirigido sus primeras palabras cuando se ha sabido ganadora del bronce olímpico. "Cuando salí al hielo mis rodillas temblaban, pero mi madre me ha acompañado en cada paso que he dado esta noche", reconocía la patinadora a la televisión canadiense CTV. Su madre, Theresa Rochette, falleció este domingo de un repentino ataque al corazón apenas 48 horas antes de que su hija, Joannie, intentara alcanzar el sueño de su vida: ganar una medalla en unos Juegos Olímpicos. Lo ha conseguido, Joannie ha logrado el bronce, en una competición que ha arrasado la surcoreana Yu Na Kim, seguida de la japonesa Mao Asada.

"Para mí ha sido un alivio salir al hielo. Necesitaba estar en mi propia burbuja, estoy muy orgullosa de haber podido patinar hoy. Sigo sin saber cómo he podido hacer esto y no echarme a llorar antes de que empezara la música", decía. No es para menos. La canadiense, de 24 años, encogió el corazón de millones de espectadores el pasado martes durante la primera parte de competición al aguantar las lágrimas durante todo su programa corto para luego romper a llorar, emocionada, al terminar. 

Esta noche Joannie ha logrado mantener la cabeza si cabe más fría, y tras terminar un programa libre con seis triples casi perfectos y unas piruetas bellísimas, no sólo no ha llorado, sino que ha mirado al cielo sonriendo mientras el público le daba de nuevo la ovación de la noche. "He dado todo lo que tengo en el programa de esta noche. Al final, estaba completamente vacía, no me quedaban fuerzas. Dí las gracias a mi madre por la fuerza que me ha dado para mi actuación de hoy", señaló Rochette. Su dedicatoria se pudo leer perfectamente en los labios mientras aguardaba sus notas: "Thank you mom".

"Quiero dar las gracias a toda Canadá, y al mundo entero. He recibido mensajes de apoyo de todos los rincones del planeta, y realmente me han ayudado a sobreponerme y pasar este duro trance", decía la canadiense, que sólo dejó escapar las lágrimas, mordiéndose fuertemente el labio, cuando el presidente de la Federación Internacional de Hielo, Ottavio Cinquanta, le colgaba la medalla de bronce alrededor de su cuello. "Estoy muy orgullosa de cómo he sido capaz de controlar mis emociones. Así es como ella me crió. Este ha sido mi sueño desde que era una niña y ella ha estado siempre a mi lado. Era mi fan número uno. Compartíamos este sueño, y ahora lo compartiremos siempre", dijo.

Estratosférica Yu-Na Kim

La emotiva actuación de Rochette fue el broche de oro a una tarde,la de la final femenina de patinaje artística, cuya única protagonista no fue Rochette. La otra gran dama de la noche fue la surcoreana Yu-Na Kim, que con sólo 19 años y en sus primeros Juegos Olímpicos hizo un programa casi perfecto, con saltos altísimos y limpios, piruetas de gran dificultad, series de pasos técnicamente complejas... Lo suficiente para que los jueces le dieran la nota más alta desde que se implantó el nuevo sistema de puntuación, 150.06 puntos.

Ni siquiera ella se lo creía cuando vio las notas. "Estaba en shock. He esperado mucho tiempo para poder venir a unos Juegos Olímpicos, y ahora parece que esa larga espera se ha terminado de la mejor manera posible", decía nada más recoger su medalla de oro. Kim, que parecía fría como un témpano aguantando la presión de saberse favorita, rompía a llorar cuando las notas del himno nacional surcoreano sonaban en el Pacific Coliseum.

Menos contenta terminó la japonesa Mao Asada, que a pesar de realizar dos triples axel perfectos en su programa libre (un salto que por su dificultad sólo realizan habitualmente los hombres) no pudo alcanzar la puntuación suficiente para subirse a lo más alto del podio. "He cometido dos pequeños fallos", decía. Probablemente aunque hubiera hecho su programa perfecto el oro hubiera sido inalcanzable, y quizá por eso ni siquiera sonrió al saber sus  notas. "Hice lo que pude, pero tenía que haber hecho más", remarcó.

Las nuevas generaciones vienen fuertes

La cuarta posición fue para la estadounidense Mirai Nagasu, que con tan solo 16 años mostró sobre el hielo una seguridad y una técnica impresionantes, que le aventuran un futuro prometedor para los próximos Juegos, los que se celebrarán en Sochi en 2014. Ella, como su compatriota Rachel Flatt o como la surcoreana Min-Jung Kwak, sorprendieron en Vancouver por su técnica, que deberán pulir y mejorar en su parte artística para seguir subiendo puestos en el escalafón mundial.

Y el desastre de los Juegos fue, sin duda, el de la italiana Carolina Kostner. La recién coronada cmapeona de Europa protagonizó un desastre total en el hielo del Pacific, cayendo tres veces al suelo. "Estoy realmente decepcionada conmigo misma. He trabajado mucho, y muy duro. Estaba preparada, y realmente pensé que éste era el momento de demotrar a todos, y a mí misma, lo bien que puedo patinar, pero no ha podido ser", decía apenada tras concluir su participación en estos Juegos.

Sonia Lafuente, en la 22º posición

En cambio, la cara de la española Sonia Lafuente era una enorme sonrisa al concluir su participación en Vancouver. "He patinado muy bien, muy tranquila y disfrutándolo mucho, y eso es lo importante", decía a RTVE.es nada más terminar. Sonia, que terminó la noche en la vigésimosegunda posición, sólo tneía palabras de agradecimiento y de alegría.

"He tenido un fallo al principio (se cayó en el triple flip) pero el resto del programa ha ido bien, y he sacado mi mejor nota, no de la temporada sino mi mejor nota general, tanto en el rpograma corto como en el libre, así que eso prueba que hemos trabajado mucho y bien, y que tenemos que seguir haciéndolo en el mismo camino", explicaba.

La patinadora española irá en menos de un mes, como Javier Fernández, al Mundial que se celebrará en Turín, donde el  objetivo, como en estos Juegos, es meterse en la final e ir ganando experiencia en competiciones internacionales. "Sólo tengo 18 años, he disfrutado estos Juegos porque son una experiencia única, y ahora hay que seguir trabajando para, si podemos, llegar a los siguientes", decía.