¿Y tú qué harías si te encuentras un oso?
- En Whistler/Blackcomb viven unos 60 osos negros
- De momento nadie ha visto uno durante los Juegos
Ver también: Especial: Juegos Olímpicos de Vancouver 2010
Los frondosos bosques que rodean el pequeño pueblo de Whistler-Blackcomb, que acoge las pruebas de esquí de los Juegos Olímpicos de Vancouver, son hábitat natural de unos 60 osos negros. El ursus americanus altifrontalis, una especie que llega a pesar unos 250 kilos y tiene una altura a la cruz de 182 centímetros, suficientes para imponer a más de uno. Pero de momento, probablemente por la época del año en que se celebran los Juegos, nadie ha visto ni uno.
Por los bosques de los alrededores de esta pequeña localidad en la montaña se pueden encontrar señales de 'peligro, osos', y las oficinas de turismo tienen folletos que explican qué hacer en caso de encontrarse uno, pero ¿qué harían los deportistas de estos Juegos si tuvieran un encuentro con un oso negro? Algunos de los atletas han contestado a la pregunta, hecha por los organizadores de los Juegos.
La piloto de luge polaca Ewelina Staszulonek es de las que confiesa que "no tendría ni idea de lo que hacer si viera uno". "Supongo que me pondría a rezar", dice. Más aventurara es la patinadora de velocidad austríaca Anna Rokita, que explocaba que vio un documental en televisión "en el que decían que si ves a un oso tienes que quedarte quieto, mientra que si te encuentras un cocodrilo, hay que salir corriendo. Creo que me quedaría quieta como si fuera un árbol", explicaba.
Esa es probablemente la mejor postura, intentar pasar desapercibido, que es lo que propone el entrenador de patinaje de velocidad holandés Gerard Van Velde: "Yo no haría nada. Intentaría pasar desapercibido, me quedaría quiero como una estatua. SI estuviera lejos intentaría moverme algo, pero despacio, no corriendo".
De entre los que han contestado, hay algunos que ya se han visto en esa situación antes, como el piloto de luge Shiva Keshavan, indio, que remarcó que el la última vez que estuvo en Whistler "ví un oso. Fue la mañana antes de la carrera. Pase cerca de un contenedor de basura y pensé que era alguien, pero luego ví la silueta y era un oso", explicó.
A algunos atletas, eso sí, les han dado algunas recomendaciones por si las moscas. La principal, quedarse quieto e intentar pasar desapercibido. "Mi primer instinto sería correr. Correr mucho. Pero nos han dicho que si queremos salir vivos de un posible encuentro con un oso hay que quedarse quietos", explica el patinador sueco Johan Rojler. De momento, nadie ha tenido que poner en práctica estos consejos.