Discreto papel de los esquiadores españoles
- Carolina Ruíz, la mejor de todos, con su 15 puesto en el descenso
- Desde el 92 ningún español consigue una medalla en JJOO de Invierno
Ver también: Especial: Juegos Olímpicos de Vancouver 2010
No llegaban en casi ningún caso a estos Juegos con aspiraciones de medalla. Ni siquiera, siendo realistas, de terminar entre los 15 primeros en cada una de sus especialidades. Pero el balance de la actuación de los esquiadores españoles en Vancouver es más que discreto.
En el equipo femenino de alpino, las esperanzas estaban puestas en María José Rienda, aunque la granadina afrontaba sus quintos Juegos Olímpicos fuera de forma, tras superar dos graves lesiones de rodilla, y con resultados muy flojos en las cinco pruebas que ha disputado este año de la Copa del Mundo, en las que en ningún caso ha pasado a la segunda manga. Y aunque ella decía que venía a Vancouver "pensando en la medalla", la cruda realidad la puso en su sitio a las primeras de cambio. En un día con poca visibilidad y la pista en no demasiado buenas condiciones, la granadina sólo pudo terminar a más de seis segundos de las primeras.
La otra opción española era Carolina Ruíz, que llegaba a éstos, sus terceros Juegos, dispuesta a dar la campanada en el descenso, pero sólo pudo ser 15º, mientras que en el super gigante terminó en 18 posición. Y en el eslalon gigante la 35. La tercera componente del equipo femenino, Andrea Jardí, terminó la 42 en el eslalon gigante, en el resto de sus pruebas, no pudo terminar.
Y si discreta ha sido la actuación de las chicas, la de los chicos no es demasiado mejor. Ferrán Terra se perfila como el heredero de la saga Fernández Ochoa ¿los únicos españoles que han logrado una medalla en unos Juegos de Invierno, Blanca y Paco Fernández Ochoa- pero pese a que estuvo por encima de lo que se pensaba de él, su mejor puesto fue el 25 en la primera manga de la super combinada (en la segunda se salió) y el 27 en el super gigante.
Aunque los resultados de los españoles son los que se esperaban en la Federación y el Comité Olímpico Español, chocan en un país como España, que tiene casi veinte estaciones de esquí y más de 34.000 licencias en estos deportes de invierno, y muchos miles más de personas que practican estos deportes de forma asidua, peor que sólo ha logrado en toda su historia dos medallas.