Ibrahimovic, peleado consigo mismo y con el gol
- Pese a anotar en los cinco primeros partidos, vive ahora una severa sequía
- Sus virtudes como delantero no acaban de explotar en forma de resultados
- Guardiola ya le ha tenido que sustituir anteriormente para que no le expulsen
No corren buenos tiempos para Zlatan Ibrahimovic en el Barça: discutido ya por una parte de la grada del Camp Nou, que le silbó tímidamente en el partido ante el Málaga, el delantero sueco sólo ha marcado un gol en Liga desde que comenzó el año y frente al Almería sufrió su primera expulsión como jugador del equipo azulgrana.
Pese a comenzar anotando en los cinco primeros partidos de Liga, Ibrahimovic vive ahora su peor racha como delantero centro del Barcelona: ha marcado sólo un gol en sus nueve últimos partidos de Liga, frente al Atlético de Madrid (2-1), los que ha disputado desde que comenzó el año (en Tenerife, donde su equipo ganó 0-5, no jugó por sanción).
Su capacidad para fijar a los centrales rivales y su poder en el juego aéreo no parecen suficientes para que su equipo explote sus virtudes, aunque el Barça no suele colgar balones al área ni buscar balones largos para aprovechar la segunda jugada.
El estilo del equipo azulgrana busca rasear la pelota y apostar por una circulación vertiginosa, buscando el espacio más que el balón al pie, y es ahí donde Ibrahimovic suele acusar su falta de costumbre.
Messi y Pedro golean más que él
En Liga, el sueco suma 12 goles, pero en el global de la temporada le supera Pedro, con 16 goles. Un peldaño por encima se mueve Messi, máximo goleador de la Liga con 19 tantos y del Barça, con un total de 26.
A Ibrahimovic no le ha ayudado su permanente comparación con Samuel Eto'o, su antecesor en el puesto. El camerunés, traspasado al Inter por consejo de Pep Guardiola, sumaba el año pasado 23 goles a estas alturas de campeonato (acabó la Liga con 30) y en la jornada 10 ya sumaba 13 goles.
Capítulo aparte merece la tarjeta roja que vio en Almería, la primera desde que llegó al Barça. Aunque la acción parece discutible, la expulsión de Ibrahimovic era cuestión de tiempo, a tenor de su actitud en algunos partidos.
Guardiola ya le ha sustituido en alguna ocasión -por ejemplo, ante el Espanyol- para evitar que fuese expulsado por sus roces con los defensas rivales y sus protestas al árbitro, aunque su técnico también se ha quejado de que la envergadura del sueco le convierte en presa fácil para los colegiados, que acostumbran a señalarle falta en ataque cuando pelea en el cuerpo a cuerpo con algún defensa rival.