Nadal impone el control a la potencia
- El tenista español gana a John Isner en tres sets (7-5, 3-6 y 6-3)
- La concentración vence a los 22 saques directos del estadounidense
- Su rival en cuartos de final de Indian Wells será el checo Tomas Berdych
Inteligencia contra fuerza, concentración frente a inconsistencia fue la receta que empleó Rafa Nadal para lograr su pase a cuartos de final de Indian Wells ante el estadounidense John Isner, que no pudo ejercer de héroe local y al que los servicios directos no fueron suficientes para ganar (7-5, 3-6 y 6-3) [Así fue el partido] [Resultados del Masters 1000 de Indian Wells].
Ahora, el tenista español se enfrentará en la antepenúltima ronda al checo Tomas Berdych, que se deshizo con facilidad del serbio Viktor Troicki por 1-6 y 3-6 en apenas 70 minutos, y con el camino un poco más despejado por la eliminación de Novak Djokovic, un día después de la de Roger Federer.
El perfil del estadounidense, un jugador 'gigantón' de 2,06 metros, amparado en la fortaleza de su servicio, pronosticaba en el primer duelo entre ambos tenistas que la fortaleza en el saque y los puntos de ruptura iban a valer su peso en oro, y así fue durante el encuentro.
Fue Nadal casi impecable en este aspecto en el primer set, y también pícaro, buscando golpes al cuerpo y los pies poco flexible de su rival. Se movía Nadal como un David contra un Goliat, corriendo por la pista y demostrando un gran tono físico, jugando pacientemente para forzar el error de su rival. Encontró el primer punto débil en la recta final del set, cuando parecía abocado al desempate. Única bola de rotura, y pleno, ratificado en el saque siguiente.
En el segundo set, el tenista español tuvo a las primeras de cambio un 15-40 para romper el servicio del estadounidense que podía haber precipitado el camino a la victoria, pero lo desaprovechó, y en el cuarto juego, dos dobles faltas consecutivas y un error con la derecha costaron al español la ventaja que estaba buscando. Para entonces, ya llevaba Isner 15 saques directos. De esa manera, el de Carolina del Norte sólo tuvo que proteger su saque para llevarse el parcial por un 6-3.
Con la misma fórmula, paciencia y concentración, Nadal se empleó en la tercera manga para mantener su saque con solvencia y esperar su ocasión. Como ocurrió en el segundo set, el cuarto juego fue donde se abrió la brecha, esta vez a favor del manacorense, esta vez a la sexta bola de 'break'.
El estadounidense agachó la cabeza, y aunque se aferró al poder de su palanca derecha para sobrevivir en el partido, Nadal mordía en cada raquetazo para buscar la puntilla. Isner quería que los puntos pasasen y el español le agobiaba, se revolvía, restaba una y otra vez... mientras el de Carolina resoplaba, Nadal fruncía el ceño y no perdía un ápice de seriedad.
Por eso, y aunque los cañonazos de Isner prorrogaron el fin del partido (un total de 22 saques directos), éste acabó cayendo de manera natural en manos de un Rafa Nadal que volvió a demostrar que, si le respetan las lesiones, está listo para volver por sus fueros.