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Alonso controla la situación

  • El inicio de temporada es esperanzador para el piloto español
  • El talento de Alonso para gestionar las carreras se une a la fiabilidad del Ferrari
  • Lo que podía haber sido una catástrofe se transformó en un éxito en Australia

Ver también: Especial Fórmula 1

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Fernando Alonso remontó una mala salida con trompo incluido para terminar cuarto en el GP de Australia de F1.
Fernando Alonso remontó una mala salida con trompo incluido para terminar cuarto en el GP de Australia de F1.

Fernando Alonso ha logrado superar el difícil escollo del Gran Premio de Australia que se le puso muy cuesta arriba apenas producirse la salida pero, al final, después de una épica remontada logró salvar el liderato del mundial y dejar claro que es el máximo aspirante al título [Clasificación del Mundial de F1].

Tras la soporífera carrera de Bahrein hace dos semanas, en la que Alonso logró su primer victoria como piloto de Ferrari, la de Australia ha sido rica en acontecimientos desde antes de que cayese una fina lluvia que dejó mojada la pista y trastocó todos planes tácticos.

Alonso y el australiano Mark Webber (Red Bull-Renault) fueron los principales damnificados por lluvia porque sus coches partían desde sitios en los que había pintadas rayas blancas en el asfalto (el circuito del Albert Park es urbano y con una gran cantidad de señalización horizontal en el asfalto) lo que provocó que las ruedas del segundo y tercero en la formación de salida patinaran y perdieran puestos en la salida.

En la primera curva, Alonso fue emparedado por el que luego sería vencedor, el británico Jenson Button (McLaren-Mercedes) y por el alemán Michael Schumacher (Mercedes). Dio un trompo y se quedó en sentido contrario al de la marcha.

La posibilidad de sumar algún punto parecía esfumarse, pero iba a contar con la suerte del campeón. El japonés Kamui Kobayashi (Sauber-Ferrari) se llevaba por delante a otros dos coches, Sebastian Buemi (Toro Rosso-Ferrari) y Nico Hulkemberg (Williams-Cosworth) y obligaba a salir a la pista al coche de seguridad.

Eso supuso que Alonso pudiera unirse al grupo y, cuando se liberó la carrera cuatro vueltas después, adelantar con relativa facilidad a todos los coches de las nuevas escuderías.

Luego, el cambio de neumáticos de lluvia a seco le permitió seguir ganando puestos hasta ascender a la cuarta posición, que defendió con garra de los ataques del británico Lewis Hamilton (Mclaren-Mercedes) y de Webber.

Lo que podía haber sido una catástrofe se había transformado en un éxito, porque sigue al frente de la clasificación del campeonato del mundo y ha aumentado su ventaja sobre los que se siguen considerando sus principales rivales, el alemán Sebastian Vettel (Red Bull-Renault) y Hamilton.

Vettel, después de haber vuelto a dominar la sesión de clasificación y la carrera, como hizo en Bahrein, ha vuelto a sufrir un nuevo problema mecánico que esta vez no le ha retrasado, como ocurrió en la primera prueba, sino que lo ha eliminado.

El pasado año los problemas de fiabilidad terminaron con la ilusión de Vettel a dos carreras del final y en esta ocasión las posibilidades del título parecen esfumarse ya desde el principio.

Red Bull tiene el coche mas rápido en clasificación y en carrera, pero el Ferrari se sigue mostrando como el más completo y el más sólido, lo que unido al talento de Fernando Alonso para gestionar las carreras le están comenzando a dar los frutos que en 2005 y 2006 le dieron el título mundial.