Dani Pedrosa quiere un nuevo chasis en Motegi
- El piloto catalán sigue sin encontrarse a gusto sobre su Honda
- Por ello, ha pedido un nuevo bastidor para que esté listo cuanto antes
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Sin los problemas físicos de otros años, Dani Pedrosa ha tropezado en este arranque de Mundial 2010 con un nuevo enemigo: su propia moto. Todo el trabajo de ajuste llevado a cabo durante la pretemporada no ha dado el fruto deseado y el piloto de Repsol Honda sigue sin encontrarse a gusto sobre la nueva RC212V.
En Qatar, el piloto de Repsol Honda siguió arrastrando los mismos problemas de pretemporada, que afectan sobre todo a la estabilidad de su moto. En la carrera, después de arrancar como un misil y remontar desde la séptima hasta la primera plaza de golpe (muy pocos tienen esa superioridad tan abrumadora en la arrancada), fue desinflándose vuelta tras vuelta hasta finalizar séptimo. Un hecho inaceptable para un piloto que cuenta con una de las monturas más potentes de la parrilla, capaz de desarrollar la velocidad punta más alta.
Pedrosa lo tiene claro. La inestabilidad de su Honda se debe sobre todo a las nuevas suspensiones Öhlins, que aún no están lo suficientemente integradas y afectan negativamente al equilibrio del chasis. ¿Solución? Como el problema no son las suspensiones, puesto que su calidad está fuera de toda sospecha, hay que encontrar otro chasis que se adapte como un guante a las Öhlins. Pedrosa así se lo ha hecho saber a sus jefes.
El siguiente Gran Premio se celebrará en el circuito de Motegi, el santuario de Honda. La escudería japonesa lleva sin ganar allí en MotoGP desde 2004, con Makoto Tamada. La carrera se disputará el próximo 25 de abril y es un plazo muy ajustado para proveer a Pedrosa de un nuevo bastidor, pero seguramente los ingenieros de Honda trabajarán a contrarreloj ya que se trata de la cita más especial del calendario para la escudería japonesa.