McLaren pesca en el río revuelto de Shanghái
- Doblete de McLaren, con Jenson Button vencedor y nuevo líder del Mundial
- Alonso fue penalizado por una salida rápida, aunque logró terminar cuarto
- Alguersuari y De la Rosa padecieron problemas mecánicos y no puntuaron
Ver también: Especial Fórmula 1
Era sabido que quien ganara en el circuito de Shanghái se iba a poner líder provisional del Mundial. y el hecho es que los McLaren salieron muy reforzados de una carrera frenética, muy accidentada, polémica y absolutamente loca. Así fue: Jenson Button logró la victoria en el GP de China, El también británico Lewis Hamilton terminó segundo y el alemán Nico Rosberg fue tercero. Alonso pagó caro un error crucial en la salida y terminó en cuarto lugar [Así hemos vivido el GP de China] [Clasificación del Mundial de F1] [Las mejores imágenes de la carrera]
"Bien, dentro de lo que cabe", resumió el piloto asturiano, descontento por seguir sin tocar podio, tomándose con resignación su error al principio y se conformó con mantener el coche en la pista al final de la carrera. "Hubo momentos tensos, pero sacamos de lo malo lo mejor", afirmó al bajar de su Ferrari, echando de menos una carrera normal. "La única carrera normal que ha habido, la he ganado", recordaba.
La lluvia volvió a aparecer en el Mundial de Fórmula 1, trastocó pertinazmente los planes de todos los pilotos y transformó la prueba en una carrera de autos locos. Fernando Alonso recibió una sanción de 'drive through' por ser demasiado rápido en la salida, los cambios de neumáticos no fueron acertados para muchos pilotos y la mitad de la carrera fue el desgobierno absoluto, sin que tampoco faltara el coche de seguridad.
En general, los españoles no tuvieron buena suerte. Pedro de la Rosa tuvo que abandonar por una avería, a Alguersuari se le desprendió el alerón delantero y después tuvo otro problema mecánico que le apartó de los puntos -terminó decimotercero tras seis paradas en boxes- y Fernando Alonso fue presa de su propia ansiedad. Para el Hispania Racing Team, la carrera terminó con sus dos pilotos últimos.
Como estaba previsto, la lluvia hizo acto de presencia antes de que se encendieran los semáforos en el circuito de Shanghái, y eso apresuró a Fernando Alonso que, también, unas décimas antes de que se encendiera el semáforo, salió como una bala para adelantar a los dos atónitos Red Bull de Vettel y Webber.
La primera vuelta acabó con cinco abandonos, después de una salida del Force India de Liuzzi, que se llevó por delante a Buemi (Toro Rosso) y al gafado japonés Kobayashi (BMW Sauber), que no ha terminado aún una carrera. Con la entrada del coche de seguridad, la mitad de los pilotos aprovecharon para cambiar los neumáticos, dudando entre los secos y los intermedios.
Al final, rodaron mejor los que se quedaron con neumáticos secos y los que no pasaron por boxes -Button (McLaren), Rosberg (Mercedes) y los Renault de Kubica y Petrov- se quedaron en cabeza. El asturiano fue penalizado con un 'drive through' en la octava vuelta que le metió justo donde no quería, en medio de caravanas y grupetos.
La carrera movida beneficiaba entre otros a los objetivos de Pedro de la Rosa, pero tuvo que abandonar de nuevo por una avería en el motor de su monoplaza. Por más que se le achacaran problemas de adaptación, el problema ha estado en la mecánica del equipo Sauber.
Entre el desbarajuste y la distancia entre coches, Rosberg, Button y Hamilton eran los más rápidos. Mientras la lluvia dio tregua, se vieron espectaculares adelantamientos en pista, lo más divertido de este deporte: Hamilton le arrancó las pegatinas a Vettel y pasó a Schumacher en sus mismas barbas, Alguersuari le hizo un siete a Sutil, y de nuevo, todos a boxes para recuperar los neumáticos intermedios porque la lluvia volvió a arreciar.
Otro coche de seguridad y otra carrera
De nuevo, Alonso cometió otra posible irregularidad al adelantar a Massa en la entrada del pit lane y mandarle a la gravilla para ponerse por delante de su compañero en el cambio de neumáticos, pero los jueces no tomaron medidas contra el asturiano, en la misma jugada en la que había estado implicados Vettel y Hamilton -con el incidente resuelto con ambos pilotos reprendidos tras la carrera- unas vueltas antes.
La entrada del coche de seguridad en la vuelta 21 permitió a Alonso recortar distancia con los pilotos de cabeza, y su retirada provocó una nueva salida entre los monoplazas, que salieron disparados en una nueva batalla pasada por agua.
Ahí apretó los dientes Fernando Alonso, aprovechó la velocidad de su Ferrari y su habilidad para hacer otra pasada a Schumacher, que sufría con un coche que no rendía, y al que se las hacían de todos los colores, para ascender a la octava posición en el ecuador de la prueba. Después pasó al Force India de Adrian Sutil.
En cabeza, los McLaren de Button y Hamilton llevaban un ritmo trepidante. El inglés marchaba el más rápido y Hamilton logró situarse tercero. Alonso siguió progresando y un trompo del ruso Petrov (Renault) le permitió avanzar más. La batalla entre Hamilton y Rosberg y la persecución de Alonso y Vettel de los puestos de podio mantenía candente la lucha, mientras Button ampliaba poco a poco su renta.
Tras su quinta entrada en boxes, Fernando Alonso adelantó a Robert Kubica y buscaba los puestos de podio, con la oposición del Mercedes de Nico Rosberg. Por delante, los McLaren estaban marcando la nueva hegemonía de la parrilla, con Hamilton y Button lanzados y abriendo hueco.
Sin embargo, el final no estaba escrito. Los neumáticos se iban desgastando y especialmente los McLaren de Button y Hamilton, también Alonso, tenían problemas para salir indemnes de cada curva. A pesar de que Fernando Alonso se quedó a tiro de Nico Rosberg, no hubo tiempo ni condiciones para más.
El doblete de McLaren sucede al doblete de Red Bull en Malasia, que recuerda al de Ferrari en Bahrein. El Mundial está apasionante y apunta a tres equipos y seis pilotos como los más fuertes de la parrilla. La emoción volverá en el Gran Premio de Montmeló, en Cataluña, el próximo 9 de mayo.