El Inter se come al Barça
- Los italianos se han impuesto al Barcelona por goleada (3-1)
- Diego Milito ha sido un auténtico dolor de cabeza para el Barça
- El árbitro ha tenido una actuación más que casera
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El inter de Milán se ha llevado el primer duelo de las semis ante el Barcelona con un marcador abultado (3-1) y una actuación muy casera del colegiado portugués Benquerença, que ha perjudicado en más de una decisión al equipo que dirige Pep Guardiola. [estadísticas del partido]
El Barça se encargó de golpear primero y anotó en la primera mitad por medio de Pedro. A quince minutos para el descanso, un ex madridista, Senijder, se encargó de empatar el partido.
Nada más comenzar la segunda mitad, Maicon se aprovechó de un centro de Milito para adelantar a los suyos, el tercer tanto fue de Milito en clara posición de fuera de juego a pase de Sneijder.
Mourinho debió ver más de una vez el vídeo del partido del empate entre Barça y Espanyol la pasada jornada de liga. El portugués copió a Pochettino para hacer frente al actual campeón de Europa y la jugada le salió más que bien y se llevó una merecida victoria, si bien hay que destacar que el tercer tanto del Inter no debió subir al luminosos por una clara posición ilegal de Diego Milito, el hermano mayor del central cantalán.
A pesar de que Guardiola se cansara de decir una y otra vez que el viaje en autobús era una mera anécdota, parece que los 1000 kilómetros que han tenido que hacer para estar esta noche en el Giuseppe Meazza, han pasado factura a los jugadores culés.
Un Barça desconocido no ha sabido reaccionar al fútbol planteado por el Inter, en líneas generales los jugadores azulgranas han estado desenchufados, con un Messi desdibujado al que no le ha salido ni una en condiciones. Tampoco Guardiola ha sabido reaccionar y Mourinho le ha ganado la partida desde el banquillo.
Desde que el desafortunado colegiado portugués pitase el comienzo del partido, los neroazzurri salieron a por todas y encajonaron a los azulgranas. La presión en cada balón que recibia el Barça fue la clave del desenlace de los 90 minutos.
El gran poderío físico que desplegó el equipo italiano superó en todas las facetas del juego al defensor del título. El centro del campo formado por Sneijder, Cambiasso y Motta superó al formado por Xavi, Busquets y Keita.
La primera ocasión del partido corrió de las botas de un viejo conocido de la afición italiana, Ibrahimovic intentó rematar un centro de Maxwell ante la presencia de Lucio, pero no llegó al balón por milímetros y falta de fe.
Es lo único que hizo el sueco en los 90 minutos, luego se borró y no causó ningún problema a Samuel ni Lucio, dos centrales voluminosos pero poco hábiles.
Los minutos y la presión ponían de cara la ida para los interistas, que avisaban una y otra vez con balones largos que hacían caer a Eto'o y compañía en fuera de juego.
Pero justo cuando parecía que los de Mourinho se pondrían por delante, apareció Maxwell por la izquierda y tras dejar atrás a Cambiasso por velocidad y a Lucio por apatía, puso un balón atrás que Pedro se encargó de enchufar al fondo de la red defendida por Julio César.
Era el minuto 19 de la primera mitad y las cosas se ponían de cara para el Barcelona justo cuando peor lo estaba pasando. En la mente de los jugadores azulgranas y sobre todo en la de Guardiola debía estar remontada del Arsenal en ida de cuartos, cuando el Barça perdió una renta de dos tantos.
Pero parece que no aprendieron la lección y a los diez minutos del gol de Pedro, apareció la figura del partido, el argentino Diego Milito. El delantero neoazzurro avisó con un tiro cruzado al palo largo de Valdés y en la siguiente que tuvo, enmendó su fallo y le dejó un balón en el área a Sneijder para que rematara a placer y pusiera el empate en la eliminatoria.
El árbitro portugués Benquerença ya dio síntomas de su mala actuación antes de pitar el descanso, sacando una amarilla absurda a Busquets por golpear un balón con la mano después de pitar una falta y tragarse una ley de la ventaja en una ocasión de ataque para el Barça.
Milito, el peor enemigo del Barça
Inter y Barça se cambiaron sus papeles habituales y los italianos salieron como una locomotora tras el descanso ante un impasible y cansado Barça. Milito seguía en su papel de protagonista y cada balón que tocaba se convertía en una ocasión de gol para los italianos.
El segundo tanto del Inter sólo tardó tres minutos en subir al luminoso y fue de nuevo el hermano mayor del central del Barça el que dio una asistencia magnífica a Maicon, que remató la faena como un auténtico 'killer', a pesar de ser lateral.
Con el 2-1 a favor, Mourinho respiraba un poco más tranquilo en el banquillo y veía alejarse los fantasmas de otras ocasiones. Y el colegiado seguía a lo suyo tomando decisiones imcomprensibles. Benquerença pitó una falta a Puyol sin intención de mostar la tarjeta y ante la presión de los jugadores del Inter decidió sacarse del 'bolsillo' la amarilla, lo que deja fuera de la vuelta al capitán culé.
Pero su actuación no acabó ahí y se sacó otra marilla de la chistera a Piqué y pitó una mano en ataque a Pedro después de que éste fuera derribado por un codazo de Lucio, el central del Inter, en la frontal del área italiana.
Pero su mala actuación no acabó ahí, y en el 61 se comió un claro fuera de juego de Milito que acabó con el tercer tanto del equipo que dirige su compatriota José Mourinho. Sneijder centro un balón de cabeza al delantero argentino, que se enontraba por delante de los dos centrales del Barça por más de un cuerpo. Y ahí se acabó el partido para los de Guardiola.
El Inter ya había hecho los deberes y se conformó con aguantar atrás, lo que mejor sabe hacer con el resultado a favor. Por su parte, el Barça intentó recortar diferencias con Piqué actuando de delantero centro y casi logra anotar el segundo de los catalanes, si no llega a ser por Lucio, que sacó bajo los palos el gol cantado.
Mourinho dio entrada al polémico Balotelli en lugar de Milito que se fue con una más que merecida ovación de su público. El delantero de origen africano no defraudó, dejando la nota curiosa del partido, que tras finalizar se sacó la camiseta del Inter y la arrojó contra el suelo con cabreo considerable por los gritos de su propia afición.
El Barcelona tendrá que volver a mostrar su mejor versión la semana que viene para intentar dar la vuelta a la eliminatoria y conseguir el ansiado billete a la final del Benrabéu el próximo 22 de mayo.