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El 'show de Mou'

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Mourinho provocador

José Mourinho ya puede presumir de dos cosas, la primera de haber ganado al Barcelona de Guardiola por más de dos goles en el Giuseppe Meazza y la otra de haber eliminado al actual campeón de Europa en su propia casa.

El trabajo y la experiencia del portugués han sido definitivos para conseguir el logro. 'Mou' comenzó a labrarse la clasificación con su 'teatro' particular desde el partido de ida. El técnico del Inter supo mandar la 'bola' al tejado de Guardiola con su particular manera de aislar a los suyos de la presión.

Tras la derrota culé en Italia hace una semana, el máximo dirigente del banquillo 'neroazzurro' ensalzaba a los suyos y sembraba la polémica a siete días de la vuelta.

Mourinho dijo en rueda de prensa que Xavi le recriminó la actuación arbitral y él se dirigió al canterano con referencias al colegiado que arbitró las semis del año pasado ante el Chelsea donde Ovrebo tuvo una desafortunada actuación.

El interista ya destapó la caja de pandora de las declaraciones, pero Guardiola hizo oidos sordos y no quiso entrar en el cuerpo a cuerpo con su homólogo. La semana se fue calentando con los vídeos que salían desde el club blaugrana animando a la afición a hacer piña y tomando como ejemplo el 'Iniestazo' en Stamford Bridge.

Luego salió Piqué, autor del gol azulgrana en el Cam Nou, para calentar más la eliminatoria y apeló a la épica con una frase muy sonada: "Tenemos que hacer que los jugadores del Inter odien la profesión del fútbol durante 90 minutos", pero el tiempo pasó y el Inter salió con el billete hacia Madrid con un Mourinho exultante.

Luego volvió a salir el portugués antes del partido para calentar más la cosa y aseguró que para ellos era un sueño la final, pero para el Barça era una obsesión por su antimadridismo. Y es que el luso sabe donde da cuando lanza sus 'mensajitos'. Motta también se contagió de la 'verborrea' de su entrenador y acusó a sus ex compañeros de 'teatreros'.

En toda esta maraña de dires y diretes surgió la figuara de Laporta para dar la réplica que no dio Guardiola al portugués y en plena calle tildó al que fue asistente de Robson de 'psicólogo de pacotilla'.

Mourinho calienta al Camp Nou

Paradojas del fútbol, el brasileño sólo duró 28 minutos sobre el césped del Camp Nou, primero vio la amarilla por una entrada fea sobre Messi y finalmente se despidió tras soltar un guantazo sobre la cara de Busquets.

Pero Motta no quería resignarse y le dio otro ataque de furia -de esos a los que acostumbra- y cogió por el cuello al canterano catalán ante la reacción esperpéntica de Mourinho que comenzó a aplaudir a la grada del Camp Nou, ganándose el odio de los aficionados culés.

Y es que el técnico no paró ni un sólo segundo en el banquillo de visitante del estadio azulgrana,  Figo asistió al espectáculo ofrecido por el que fue su entrenador la temporada pasada, antes de reitrarse.

La estrategia de 'Mou' no paró ni un segundo, cada dos por tres estaba fuera del espacio reservado para los entrenadores y desquició al cuarto árbitro, que decidió decírselo al colegiado, que paró el partido para advertirle, tal como pretendía el luso para comerle segundos al cronómetro.

Piqué lleva la esperanza al Camp Nou

Pero cuando José Mourinho tenía todas consigo apareció Piqué para anotar en el 83 y sembrar las dudas en su plan perfecto. Entonces el semblante del luso cambió por completo, su cara se volvió blanca y a su mente vino de golpe la escena del año pasado en la que Inesta apareció en el descuento para meter al Barça en la final de Roma.

Mourinho pasó los 11 (7 más los 4 del descuento) peores minutos de la eliminatoria, aunque al final el sufrimiento se convirtió en una exaltación de la alegría cuando el colegiado belga Frank De Bleeckere pitó el final del partido y de una eliminatoria marcada por el 'show de Mou'.

Pero no terminó tras el pitido final, Mourinho se fue a celebrar el pase con el dedo apuntando al cielo y Valdés corriendo tras de él para evitar la 'ofensa' a sus aficonados, pero no le sirvió de nada. El Barça tampoco supo estar a la altura y puso el riego del campo para que los jugadores del Inter no celebrasen 'secos' el billete a Madrid.

En la rueda de prensa Mourinho se ha despedido de Barcelona como el enemigo público número uno y exime a Figo de ese dudoso honor, que ahora pasa a ostentar orgullosamente su compatriota.