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Nadal desespera a Monfils

Ver  también: Especial Masters  de  Madrid

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Nadal, sin piedad ante Monfils

Rafa Nadal pasa por encima de Monfils como una locomotora (6-1 y 6-3) en una hora y 17 mintos y coge billete directo a la semifinal del sábado del Masters de Madrid, donde se tendrá que enfrentar a Nicolás Almagro. El de Manacor ha mostado un gran nivel desde el primer juego, mientras que el francés no ha podido oponer apenas resistencia. Estadísticas del partido

El número tres del mundo salió muy concentrado a la pista central Manolo Santana, donde fue recibido por el público con una calurosa ovación, como siempre reciben a Nadal. Por su parte, Monfils se mostró muy flojo y acusó problemas en la zona abdominal, mostrando un tenis pobre e impreciso. Lo que mejor hizo el número 18 de la ATP fue meterse al público madrileño en el bolsillo.

A diferencia de las otras jornadas en las que jugó Nadal,  las gradas no mostaron un lleno absotulo; la gran culpa fue del frío que asomó por la pista de arcilla y al menos un cuarto de los asientos quedaron por llenar.

Rafa comenzó sacando y se mostró intratable desde que puso a funcionar su muñeca izquierda. Mientras que el galo no paró de moverse de lado a lado de la pista, Nadal se mostraba como una pared de frontón infraqueable. Monfils abusó de las dobles faltas, síntoma de su mala concentración y de las pocas opciones que depositó en la victoria.

Nadal, agradecido a Madrid

Las siete ocisones en las que se han enfrentado estos dos jugadores, se saldan con seis victorias para Nadal -incluída esta- y tan sólo una para el tenista de Francia.

En las gradas estaba por tercera jornada consecutiva el capitán blanco Raúl Gonzalez, que volvía a transmitir su calor a su amigo Nadal, y junto a él estaba su compañero de equipo Sergio Ramos. Curiosamente, cuando el videomarcador mostró la imagen del defensa del Real Madrid, el público silbó al unísono, en cambio, cuando la imagen mostrada era la del siete del Madrid, el público se dividió entre los pitos y los aplausos.

Monfils cedió pronto el break, en el segundo servicio que le tocó defender, sucumbió a los restos del número tres del mundo. El galo sacó su versión más agresiva de todo el partido con saques que pasaban de los 200 Km hora y con subidas rápidas a la red para acabar con los puntos por la vía rápida. Pero Rafa no cedió y levantó tres bolas de juego hasta que se adjudicó el primer break del partido.

A parte de ahí, Monfils desapareció del primer set y la desesperación se apoderó de él, no veía huecos al otro lado de la red y cada bola que fallaba se convertía en un grito de lamento un tanto curioso, que en alguna ocasión despertó las risas de los asistentes a la Manolo Santana.

Rafa Nadal barrió de la pista con su mejor tenis al jugador de Francia y el primer set se saldó en apenas 35 mintos con un aplastante 6-1 a favor. Monfils mostró molestias en las zona abdominal y en varias ocasionas se llevó la mano al abdomen, después de sacar.

El 'show' de Monfils

El público asistente se mostró solidario con los problemas en el juego del francés y decidió repartir sus gritos de ánimo entre Rafa y su rival, más o menos a partes iguales. Con todo perdido, el número 18 del mundo despertó y no cedió su servicio hasta el séptimo juego, vendiendo un poco más cara su derrota.

Con un Nadal muy superior en todos los aspectos del juego -el español cometió una doble falta por siete del francés- lejos de desesperarse, Monfils intentó jugarse la última carta antes de dar todo por perdido.

Si algo caracteriza a Nadal es su concentración en los partidos y Monfils tiró de gracia para ganarse al público madrileño con un par de bailecitos marca de la casa, en una intentona fallida de desestabilizar al español.

Con el 2-2 en el marcador, Gael Monfils se metió al público en el bolsillo, tras una doble falta, y consiguió que los asistentes se levantaran de su asiento para animarle, algo que no pareció sentar muy bien a Nadal.

Pero el de Manacor no cayó en la trampa del jugador de Francia y se llevó el partido a su terreno, a jugar cada punto como si fuera el último. Entre gritos de 'vamos Rafa' se llegó al partido más corto que ha disputado el número tres del mundo desde su debut ante Dolgopov el miércoles, y en una hora y 17 minutos terminó con la sentencia de Monfils, verdugo del español García López en octavos de final.

El sábado habrá duelo español en las semifinales entre Rafa Nadal y Nicolás Almagro, partido fratricida entre compatriotras que asegura un español en la gran final del domingo en la pista central Manolo Santana.