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La final soñada y con sabor a revancha en Madrid

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Federer y Nadal, de nuevo en la final del Masters de Madrid.
Federer y Nadal, de nuevo en la final del Masters de Madrid.

El Masters 1000 de Madrid está de enhorabuena. Si celebró que la final del año pasado fuera Nadal-Federer, número uno contra número dos, repetirla en 2010 es ya todo un éxito (18:30 en directo por La 1 y RTVE.es).

Un año después, los dos mejores tenistas del planeta -y desde el lunes también del ránking, por el ascenso de Nadal- se miden en la revancha de aquella final, la 16ª entre ambos, que perdió Nadal.

Desde entonces, el camino de ambos dio un giro radical. La caída de Federer se tornó en resurrección, recuperando el número uno de la ATP, venciendo en Roland Garros por primera vez en su carrera, volviendo a reinar en Wimbledon... y todo a costa de la caída de Nadal, quien no volvió a ganar un título hasta este año en Montecarlo.

Madrid ha visto cosas buenas y malas de Nadal y Federer. Rafa no había perdido un solo set hasta el partido de semifinales contra Almagro. El murciano tuvo ese honor, aunque antes también se vio a un Nadal flojo en su debut ante Dolgopolov.

Por su parte, Federer tuvo que dar el 120% ante Ferrer en la semifinal, aunque al final supo imponer su mejor tenis. Pero antes se vio sorprendido en cuartos ante Ernest Gulbis, quien ya fue su verdugo en el Masters de Roma. El suizo empezó el año ganando en Australia, pero dio una pobre impresión en los Masters anteriores.

Tropiezos  que, más que poner en duda su estado de forma, levantaron las sospechas sobre si guardaba o no un as en la manga para esta parte del calendario.

Rafa, en cambio, viene muy fuerte este año. Se ha impuesto de nuevo en Montecarlo y Roma, los dos Masters 1000 de tierra batida previos, ha aprendido a dosificar su esfuerzo y tiene la espina de la final del año pasado clavada.

Aquel fue el vigésimo partido entre ambos, con un balance de 13-7 a favor de Nadal, que se torna en 11-5 en cuanto a finales disputadas. El español no quiere que le llamen 'rey de la tierra batida' por aclamación, quiere ganarse la corona venciendo al 'usurpador' Federer, primero en casa y... quién sabe si luego en París.

Porque Madrid aparece en el calendario justo antes de la disputa de Roland Garros, el Grand Slam de tierra batida donde Nadal ganó cuatro veces consecutivas; donde Federer ganó el año pasado, pero sin el español en la final. Pero primero hay que jugar en Madrid.